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Presidencia de la Rep�blica
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PLAN GENERAL
DIA DE LA NI�EZ Y LA RECREACION
2003 - 2006
Bogot�, D. C., Febrero de 2003
INTRODUCCION
El presente documento contiene el Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n, su marco de referencia, sus objetivos, estrategias, programas y proyectos. Su proceso de formulaci�n ha tenido en cuenta sugerencias y propuestas realizadas a trav�s del tiempo, particularmente por las entidades del Estado que se han comprometido en este proceso desde a�os anteriores, y que hoy en d�a se articulan a trav�s de la Comisi�n Nacional Intersectorial para la Coordinaci�n de la Celebraci�n, conformada mediante el Decreto 1621 de 2.002.
Es claro que un Plan se hace realidad es en su din�mica vital, en la complejidad de los procesos territoriales y locales. y que traduce las intenciones e imaginarios culturales que tanto instituciones, como sociedad hemos construido alrededor de los ejes que lo atraviesan como son ni�ez, desarrollo humano y recreaci�n; de ah� la importancia de la reflexi�n sobre los mismos y una puesta en com�n sobre unos m�nimos que nos permitan trabajar de manera concertada, y lograr el objetivo de dinamizar procesos con eje en los municipios, que es donde los ni�os y las ni�as de nuestro pa�s vivencian sus derechos.
El punto de partida son los prop�sitos de pol�tica y acci�n que nos hemos trazado desde la Presidencia de la Rep�blica, donde a partir de un an�lisis juicioso y concertado con la historia y el presente de este Plan, hemos venido aportando lineamientos y marcos de acci�n que en �ltimas lo que pretenden es fortalecer y legitimar de manera cualificada la acci�n de las instituciones del Estado y la convocatoria a las familias y la sociedad en el marco de las pol�ticas de Infancia y Familia.
Para nosotros liderar este proceso es una oportunidad de ir m�s all� de nuestras propias sensibilidades y traducirlas en acciones concretas que favorezcan la protecci�n y garant�a de los derechos de la ni�ez de nuestro pa�s con equidad y justicia social. As�, aunque reconocemos que no estamos directamente a cargo de la pol�tica de infancia en Colombia, si queremos contribuir a su ejecuci�n de manera responsable y sostenible, con un Plan que como instrumento enmarca los l�mites pero tambi�n las inmensas posibilidades de hacerlo.
De lograr que el Plan se concrete en las acciones que se dinamizan a partir de sus proyectos en los departamentos y municipios, podremos afirmar que estamos contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de los ni�os y las ni�as y por ende sobre el fondo y no la forma de los factores que inciden sobre las problem�ticas de la ni�ez en el pa�s.
Llegar a este prop�sito supondr� no solo enfrentar un inmenso obst�culo cultural, los imaginarios y representaciones que las personas tienen acerca de la misma celebraci�n y su denominaci�n de �d�a de�, sino igualmente abordar la dif�cil tarea de intentar convencer que a trav�s del Plan podemos SUMAR estrat�gicamente recursos y ejecuciones siguiendo un marco cuya planeaci�n no es producto del azar ni del capricho.
Igualmente, debemos afrontar el d�bil posicionamiento que a�n tiene el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n en algunas instituciones, que todav�a lo asumen como una tarea por cumplir y no como una manera de actuar sin�rgicamente en pro de la ni�ez con la que tanto instituciones, como adultos, salen beneficiados. Por ello, estamos convencidos que el peor error que podr�amos cometer es pensar que el PLAN GENERAL DEL DIA DE LA NI�EZ Y LA RECREACION es un problema de protagonismos, o que simplemente lo que puedo hacer es �sacar� algo de mis proyectos para cumplir un �capricho� de la Presidencia de la Rep�blica.
Las din�micas para la transformaci�n del� pa�s demandan cambios culturales significativos desde quienes tenemos la oportunidad de estar en instancias de decisi�n en cualquiera de los �mbitos (nacional, regional, local) y uno de ellos es aprender a construir en colectivo, intersectorialmente, interinstitucionalmente, intergeneracionalmente, intersubjetivamente...
Como anota Cortina:
�... si el pluralismo consistiera en una multitud de opiniones que coinciden a veces por pura casualidad, resultar�a imposible a los ciudadanos de una sociedad pluralista construir un mundo juntos: las coincidencias casuales no dan como para construir conjuntamente; dan a lo sumo, para viajar a la vez en el mismo tren o en el mismo barco, cuando los pasajeros coinciden en las mismas fecha y hora, pero no para construir� p�g. 45
Y construir requiere paciencia, tolerancia, una mirada integral a la compleja multidimensionalidad del ni�o, su realidad y la del pa�s en que vivimos. As�, no podemos esperar resultados en un d�a o un mes, sino que estamos trazando el itinerario que caminaremos en estos cuatro a�os y que es necesario mirar desde ese horizonte de Planeaci�n.
La Presidencia de la Rep�blica se ha comprometido a impulsar acciones macro que, �aprovechando� la gran oportunidad que tiene de convocar y movilizar actores sociales, pol�ticos y econ�micos diversos, contribuyan a impulsar procesos de desarrollo colectivo del y en el pa�s.
Desde esta perspectiva, la VISI�N que nos convoca es la:
CONVIVENCIA SOCIAL EN ARMON�A, CON RESPETO POR LOS DERECHOS Y DEBERES INDIVIDUALES Y COLECTIVOS A TRAV�S DE LA PARTICIPACI�N COMUNITARIA, BUSCANDO LA PROSPERIDAD COLECTIVA.
La visi�n, es un sue�o, un intangible, en tanto no se dise�en y pongan en marcha los mecanismos para hacerla realidad. El Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n en este contexto es nuestro instrumento, para llegar a los ni�os y las ni�as todos y cada uno de los d�as del a�o, demostrando que trabajando de manera conjunta y arm�nica podemos ense�ar a nuestra infancia que el Estado y las instituciones pueden legitimarse a trav�s de las acciones y la participaci�n activa� y responsable.
El Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n, es por si mismo un instrumento de construcci�n de democracia, de formaci�n de sujetos pol�ticos, entendiendo que el �sujeto� de los procesos sociales y pedag�gicos que se dinamizan a partir de �l, no son �nicamente orientados a los ni�os y las ni�as sino a la sociedad en su conjunto, puesto que la ni�ez nos ata�e a todos en el aqu� y el ahora y en la perspectiva de construcci�n de un futuro sostenible, mediado por la no agresi�n, procesos de empoderamiento que nos den a todos mayores capacidades para ser creativos y� propositivos.
Por ello nuestra MISI�N est� orientada a:
PROMOVER EL DESARROLLO DE POL�TICAS, PROGRAMAS Y PROYECTOS SOCIALES SUPRASECTORIALES ENMARCADOS DENTRO DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO, ORIENTADOS A FAVORECER GRUPOS POBLACIONALES EN SITUACI�N DE VULNERABILIDAD, A TRAV�S DEL USO DEL PODER DE CONVOCATORIA Y DE GESTI�N DE RECURSOS Y DE MANERA COMPLEMENTARIA Y COORDINADA CON ENTIDADES GUBERNAMENTALES Y CIVILES.
Partimos de una visi�n humanista, creemos en las capacidades de las personas en cualquiera de sus ciclos de vida, para buscar caminos que favorezcan su desarrollo y calidad de vida y en la urgencia de actuar sobre los factores que lo obstaculizan a trav�s de un trabajo colectivo y concertado.
B. �� NUESTRA MISION DESDE EL PLAN
Para lograr la construcci�n de ambientes para el desarrollo humano desde los procesos dinamizados por los programas y proyectos, el Plan, que es en �ltimas lo que plantea nuestra visi�n, nos hemos propuesto:
�ALCANZAR UNA ALTA CAPACIDAD DE CONVOCATORIA Y ARMONIZACI�N ENTRE LOS �MBITOS P�BLICO, PRIVADO Y COMUNITARIO, EN LOS ORDENES NACIONAL, DEPARTAMENTAL Y LOCAL; DE ACTUACI�N COMO INSTANCIA GESTORA DEL CONOCIMIENTO, DE DINAMIZADORA DE PROCESOS DE TERRITORIALIZACI�N, PARA QUE EN CONJUNTO Y BAJO UNOS PRINCIPIOS DE EQUIDAD Y JUSTICIA SOCIAL, APORTEMOS DE MANERA REAL AL DESARROLLO HUMANO DE NUESTROS NI�OS Y NI�AS Y AL MEJORAMIENTO DE SU CALIDAD DE VIDA, BAJO INDICADORES CONCRETOS QUE NOS PERMITAN MEDIR EL IMPACTO DE NUESTRAS ACCIONES A NIVEL LOCAL�
C. �� PRINCIPIOS
El hecho mismo de que los actores que hacen posible el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n son diversos y plurales, que nacen y se hacen con historias distintas, resalta la importancia de unificar criterios bajo unos principios de actuaci�n m�nimos que nos comprometan con prop�sitos y fines comunes en torno a la ni�ez.
As�, es un imperativo que no sea el azar o la coincidencia lo que los una, sino una intencionalidad �tica, pol�tica y social responsable.
Impl�cita o expl�citamente, inicialmente enunciados o emergentes durante el proceso de formulaci�n, los principios para nuestras pr�cticas alrededor del Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n son:
v La Participaci�n genuina: Aproxim�ndonos al concepto de ni�ez de una manera respetuosa, solidaria, reconoci�ndoles su naturaleza de seres humanos, capaces de opinar sobre su vida y los asuntos que les ata�en de acuerdo a sus edades y niveles de desarrollo, y aplicar lo anterior en nuestra relaci�n con ellos.
v La Transparencia: Estructurando opciones individuales, institucionales y colectivas sustentadas en principios de honestidad, en relaci�n con las intenciones y beneficios esperados de los procesos, en los que los ganadores deben ser los ni�os, ni�as y j�venes de nuestro pa�s.
v La Inclusi�n - justicia social:� Procurando que todos los ni�os y ni�as, sin importar su posici�n en la sociedad, tengan oportunidades para encontrar su identidad y vivencias que lleguen a su condici�n de ser humano. Para ello los programas y proyectos del Plan, y las iniciativas e ideas que se articulen al proceso deben configurarse como oportunidades de recreaci�n socialmente responsables, en condiciones de equidad e igualdad.
Por lo tanto, debemos estar en capacidad de construir opciones de desarrollo con los ni�os y las ni�as, con base en juicios �ticos que consideren por una parte, las desigualdades vigentes en relaci�n con la situaci�n de derechos de los ni�os y las ni�as, y por otra las necesidades humanas universales.
v La inclusi�n en relaci�n con las instituciones: Convocando y rescatando todas aquellas contribuciones que las entidades p�blicas y empresas privadas, ONGs, organizaciones de base, los voluntarios y grupos, est�n en capacidad de aportar de acuerdo a sus potencialidades y limitaciones, sumando esfuerzos a los lineamientos y prop�sitos aqu� expuestos.
v Una cultura del conocimiento: El conocimiento formal, el saber, la experiencia y la realidad social, arm�nicamente equilibradas para mediar la construcci�n y dinamizaci�n de los procesos desde lo local. Una mirada internacional y nacional, a la infancia, la familia y la sociedad, una perspectiva de desarrollo integral, donde se considere el abordaje tanto de los factores coyunturales como estructurales que influyen en la problem�tica de infancia en Colombia. Una sociedad del conocimiento se construir� en la medida que tengamos en cuenta nuestras intuiciones y miradas individuales a la vida, pero las trascendamos y construyamos y reconstruyamos a partir de su interacci�n con los avances cient�ficos, tecnol�gicos y el devenir permanente de la realidad social.
D.� � REFLEXIONES EN CONSTRUCCION
LOS EJES DE LA PROPUESTA
� Los derechos de los ni�os y las ni�as
(Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o, Declaraci�n de las Naciones Unidades: Un mundo m�s justo para los Ni�os y las Ni�as, Constituci�n Pol�tica de Colombia, pol�ticas de infancia y familia en Colombia)
� El desarrollo humano como fin �ltimo de los esfuerzos
� La pr�ctica intergeneracional como eje de las din�micas pol�ticas y experiencias del Plan
� La participaci�n genuina de los ni�os y las ni�as como eslab�n indispensable para el desarrollo del Plan y de los procesos que se generen a partir �l
El lector encontrar� en la p�gina electr�nica de la Presidencia de la Rep�blica (http://www.presidencia.gov.co), el documento� �Marco General del Plan�, en� el cual se desarrollan los ejes tem�ticos y program�ticos propuestos en los lineamientos aprobados para la formulaci�n del Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n.
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Hablar de construir un pa�s para los ni�os en Colombia representa un desaf�o para todos: Los adultos, las instituciones, las organizaciones privadas, las compa��as, en fin, para la sociedad en su conjunto.
En un pa�s con inequidades y desigualdades, los primeros afectados son los ni�os, y si a ello le sumamos el conflicto armado, la pobreza y las caracter�sticas mismas de nuestra cultura, pensar�amos que no hay esperanza. Sin embargo, es evidente que muchos colombianos seguimos creyendo en la posibilidad de hacer de �sta una sociedad distinta
Para lograr que los resultados del Plan sean sostenibles, debemos trascender el logro de objetivos y metas en un periodo dado, y asegurar que los impactos deseados contin�en siendo efectivos despu�s de su implementaci�n. Para ello se requiere un cambio de creencias, de patrones de comportamiento de los procesos y los participantes, y de acciones espec�ficamente orientadas a los factores que pueden ser obstaculizadores o facilitadores de este prop�sito.
Por ejemplo, y como reflexionaban los miembros de la Comisi�n Nacional Intersectorial, en uno de los talleres realizados por la construcci�n de este Plan, debemos valorar nuestras propias actitudes hacia la ni�ez, pasar de la sensibler�a a los hechos concretos, que los problemas de los ni�os no sean s�lo objeto de lamentaciones y de l�grimas en los ojos de los adultos, las que se nos secan una vez damos la vuelta a la esquina.
Es necesario romper tambi�n la creencia que en los procesos de sensibilizaci�n a los adultos se debe recurrir al llamado a que se "vuelvan ni�os".� Con este Plan se busca promover que el adulto desde su condici�n interact�e y comparta, aprenda y facilite aprendizajes, que le abra a los ni�os canales de acceso a la informaci�n, que entre en contacto con ellos desde una posici�n equitativa.
Igualmente, no se espera que el ni�o se comporte y piense como un adulto peque�o; asumimos si, que el ni�o tiene las capacidades para ser actor de su propia vida desde su edad, nivel de desarrollo y competencias comunicativas textuales, gr�ficas o verbales.
Ver al ni�o desde todas sus dimensiones significa dar cuenta de sus necesidades objetivas y subjetivas, atender no �nicamente lo b�sico, sino tambi�n propiciar el desarrollo de capacidades m�s complejas. Interpretando un poco a Amartya Sen, premio N�bel de econom�a, no podemos suponer que� por el hecho de ser un pa�s pobre, donde nuestros ni�os no han alcanzado condiciones de salud, educaci�n y servicios b�sicos adecuados, debemos obviar el procurarles acceso a la libertad, a la creaci�n, a la participaci�n.
Por el contrario, consideramos que el Plan debe apuntarle estrat�gicamente a fortalecer mecanismos, procesos, sistemas de oferta de servicios b�sicos, patrones culturales y en general todas aquellas condiciones que de manera directa o indirecta afectan el desarrollo humano y la calidad de vida de los ni�os.
El D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n es una excelente oportunidad para que todos miremos seriamente la problem�tica de la ni�ez colombiana desde nuestras sensibilidades, pero tambi�n desde las capacidades y potencialidades que tenemos objetivamente como adultos e instituciones para aportar con soluciones sostenibles.
El objetivo es incidir en la creaci�n y fortalecimiento de escenarios y ambientes para el desarrollo humano de los ni�os y las ni�as y creemos que la recreaci�n es un medio pertinente para ello dada la capacidad de convocatoria que tienen los programas l�dicos para los ni�os, los adultos y sus familias; la l�dica, el juego y en general las actividades recreativas propician experiencias donde las barreras se neutralizan y las personas se expresan y sacan de ellas lo m�s genuino, lo espont�neo, porque auspician espacios de encuentro con sus allegados, pero tambi�n posibilita el establecimiento y mantenimiento de relaciones m�s significativas, porque sus m�todos y t�cnicas son dispositivos para el aprendizaje, s�lo por mencionar algunos de sus beneficios ya probados.
La profundidad y gravedad de las necesidades especiales de los ni�os nos demanda de manera impostergable, incidir sobre las pol�ticas, mirarlas cr�ticamente y proponer soluciones creativas, invertir en la ni�ez y ganar compromisarios nacionales e internacionales.
Con este Plan pretendemos generar una movilizaci�n en torno a los ni�os, articul�ndonos a las din�micas mundiales y a las que en el pa�s han emprendido instituciones y organismos en torno a la infancia.
El Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n no pretende constituirse en la pol�tica de infancia en Colombia, sino sumarse a ella para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los ni�os.
Desde este encuadre inicial de los lineamientos que se han venido construyendo, los ejes que sustentan el dise�o del Plan se inscriben en:
v Una propuesta de desarrollo humano, donde se considera que �ste s�lo se alcanzar� en la medida que abordemos condiciones estructurales: modelos de desarrollo, procesos de globalizaci�n, procesos de descentralizaci�n, din�micas de democratizaci�n y construcci�n de democracia, desarrollo de l�neas program�ticas de mayor impacto, entre otras.
El desarrollo humano, tambi�n significa interactuar con el ni�o, desde todas sus dimensiones afectivas y cognitivas, comunicativas, en su condici�n de sujeto pol�tico en formaci�n, desde sus potenciales creativos, sus condiciones econ�micas, en la perspectiva que no le vamos a �dar cosas� sino a aportar a la creaci�n de condiciones que posibiliten un mejor y m�s amplio acceso a recursos econ�micos y no econ�micos.
Cuando hablamos aqu� de recursos no econ�micos nos referimos a los que plantea Max Neff, como la conciencia social, la cultura organizativa y la capacidad de gesti�n, a la creatividad popular, la solidaridad y la cooperaci�n, a las competencias t�cnicas, en conocimientos y habilidades que una persona o comunidad adquiere a trav�s de procesos educativos y formativos ofrecidos por las organizaciones de apoyo, a la capacidad de voluntarios e instituciones externas para entregarse y aportar a prop�sitos comunes.
v La pr�ctica intergeneracional concebida como aquella que se da entre adultos, ni�os y j�venes, que trasciende el encuentro casual y se construye intencionalmente en la perspectiva de ganar aprendizajes conjuntos, relaciones equitativas, solidarias y respetuosas, que en lugar de poner a competir los recursos por prioridades generacionales, se unen sin�rgicamente en pro del desarrollo conjunto.
v Esta uni�n de esfuerzos intergeneracionales, intersectoriales, interinstitucionales, internacionales, es decir, interdependientes e interrelacionados, tienen un �nico fin:� tener en cuenta el inter�s superior del ni�o, trabajando de manera conjunta sus derechos:
�Reafirmamos nuestra obligaci�n de tomar medidas para promover y proteger los derechos de todos los ni�os, es decir, de todos los seres humanos menores de 18 a�os incluidos los adolescentes. Estamos decididos a respetar la dignidad y asegurar el bienestar de todos los ni�os. Reconocemos que la convenci�n sobre los Derechos del Ni�o, el tratado de los derechos humanos m�s ratificado de la historia y sus Protocolos Facultativos contienen un conjunto amplio de normar jur�dicas internacionales para la protecci�n y el bienestar de los ni�os. Tambi�n reconocemos la importancia de otros instrumentos internacionales pertinentes a los ni�os.� P�g. 7, numeral 4, UNICEF. Declaraci�n - Un mundo m�s justo para los ni�os, Octubre de 2002.
Comprometerse con esta declaraci�n significa unirse a los esfuerzos mundiales de construir un mundo en el que los ni�os y las ni�as podr�n disfrutar de su infancia y dise�ar un Plan de acci�n para que durante estos cuatro a�os podamos lograr tener un impacto real.
Sin embargo sabemos que no abordamos una tarea f�cil. A pesar de que en la evoluci�n del D�a del Ni�o al D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n se logr� trascender desde su dise�o y ejecuci�n la mirada comercial, seguimos enfrentando imaginarios y representaciones culturales peyorativas sobre la celebraci�n que se pueden constituir en un obst�culo para la sostenibilidad sino se abordan integral e intencionalmente:
� La imagen del D�a del Ni�o presentada en los medios masivos de comunicaci�n estuvo m�s enfocada en los comerciales de venta de productos que en los proyectos del Estado y sus resultados, reconociendo que desde el �mbito p�blico no se dise�� una estrategia conjunta para posicionar� los elementos� sociales del Plan.
� Por otra parte, cuando los medios masivos de comunicaci�n tuvieron la oportunidad de acercarse a los ni�os y ni�as participantes en los proyectos del Estado, no se dio suficiente difusi�n sobre su contenido, prop�sitos e importancia; as�, aunque un programa de televisi�n particularmente les dio oportunidades de participaci�n seria a los ni�os, �sta fue m�s la excepci�n que la norma.
� Los conceptos que manejamos los adultos acerca de los ni�os y las ni�as, tambi�n atraviesan las construcciones que hemos hecho sobre el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n. Excepto algunas organizaciones, instituciones y adultos que trabajan por la infancia y algunos actores del proceso, se sigue de alguna manera, sin �nimo de generalizar,� considerando a los ni�os y las ni�as, un elemento decorativo de la celebraci�n, o como el pretexto para demostrar que estamos haciendo algo.
Superar este obst�culo significa cambiar nuestras propias creencias como adultos, en nuestros diversos roles, como padres, maestros, hermanos, etc., de tal manera que movilicemos y consolidemos un cambio sobre nuestros imaginarios y estas transformaciones trasciendan a nuestros aportes al D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n. Ello implica que veamos al ni�o como �recurso� de su propio desarrollo y del de la sociedad.
Pese a que las anteriores consideraciones pueden parecer un poco fuertes, la intenci�n es� poner en escena los resultados y observaciones de las experiencias de celebraciones anteriores, objetivarlos, mirarlos cr�ticamente y desde ah� dinamizar cambios de creencias desde los procesos del Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n.
� Otro factor, que incide en los imaginarios que se tienen sobre el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n,� es el concepto mismo de recreaci�n. Esta como experiencia existencial, cultural y social, desde sus elementos objetivos y subjetivos, es esencialmente un fen�meno complejo, multidimensional, donde tanto los procesos sociales, como grupales e individuales se conjugan en la vivencia. Sin embargo, no es com�n que la recreaci�n sea vista desde sus elementos creativos, comunitarios, econ�micos y ambientales, o sus beneficios sobre el desarrollo individual y social� y como facilitadora y mediadora de procesos de desarrollo humano.
La insistencia en el trabajo sobre ejes tem�ticos se fundamenta en una apuesta de posicionamiento de la recreaci�n desde una mirada m�s amplia, en la perspectiva que el Plan tambi�n logre incidir en el cambio de creencias en este campo.
El objetivo es que la recreaci�n en el Plan logre influir en los procesos de socializaci�n en el tiempo libre de las personas a partir de la organizaci�n y puesta en marcha de procesos que construyan ambientes sostenibles de aprendizajes para la vida (competencias, desarrollo de aptitudes, formaci�n en valores, oportunidades pedag�gicas para desarrollo de habilidades cognitivas, etc.).
La oferta institucional de oportunidades de recreaci�n que se dan desde los proyectos del Plan, dado que tienen la intencionalidad del desarrollo humano, debe jugarle a la transparencia en el enfoque, a la �tica y la responsabilidad social en los principios que le subyacen.
El dise�o de los proyectos desde el enfoque de recreaci�n propuesto, exige una intencionalidad desde el dise�o, gerencia, ejecuci�n y evaluaci�n de los proyectos. Demanda la identificaci�n de las necesidades de los ni�os, de asegurar la equidad e igualdad en el acceso, particularmente por la situaci�n de desventajas de determinados grupos (por etnia y clase social) o por g�nero.
Por otra parte, significa concretar la intencionalidad en acciones sostenibles y de impacto (sean de desarrollo social, educativo, en salud, etc.), sin perder, ni violentar lo que hace diferente y potencial para el desarrollo la experiencia de ocio y recreaci�n: la percepci�n de libertad, la elegibilidad y el placer y la satisfacci�n como componentes esenciales.
De ah� que el cruce recreaci�n/participaci�n genuina es un espacio ideal para la construcci�n de una pedagog�a de la misma. Los cambios en la facilitaci�n de la vivencia,� - no hablamos de recreaci�n dirigida sino de la dinamizaci�n de procesos -� la hacen un ambiente ideal para el aprendizaje de patrones de interacci�n renovados, para la solidaridad y la cooperaci�n, para el intercambio generacional.
Por dar un ejemplo, el ejercicio de construcci�n colectiva que hace la Comisi�n Nacional Intersectorial, los comit�s operativos en los departamentos y municipios, son un referente de c�mo se dinamizan procesos orientados al desarrollo de competencias y capacidades para trabajar en pro de la ni�ez.� Si sumado a ello, logramos que las din�micas del Plan se inscriban de manera permanente en los consejos de pol�tica social, y como tema en la agenda del Sistema de Bienestar Familiar, podremos afirmar que hemos crecido y que el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n como celebraci�n de la vida y de la infancia est� logrando sus prop�sitos mayores.
A qu� le apuntamos...
El proceso de construcci�n del Plan ha generado una din�mica compleja entre los diferentes actores. Los miembros de la Comisi�n Nacional Intersectorial, los comit�s en los departamentos, las personas que lideran el dise�o y gesti�n de los proyectos.
La transici�n de gobierno afortunadamente gener� preguntas y por momentos confusiones, y decimos que afortunadamente, porque ello indic� que se movilizaron paradigmas y reflexiones en torno a los ejes y prioridades del Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n.
Para que lo urgente - la formulaci�n definitiva del Plan y los proyectos, cronogramas, etc. - no llevara a subestimar lo importante: tomar decisiones conscientes y cr�ticas sobre los ejes� y prioridades del Plan para este periodo de gobierno, se llev� a cabo una din�mica orientada a la facilitaci�n de ambientes de reflexi�n y discusi�n (talleres y reuniones) de doble v�a, que permitieran recoger las propuestas de las instituciones desde los proyectos, pero tambi�n que garantizar� la continuaci�n de un proceso de desarrollo que se inici� en el a�o 1999 y que tuvo en los �ltimos dos a�os en cuenta y seriamente las opiniones de m�s de 2000 ni�os y ni�as[1] de Colombia.
El reto de lograr la coherencia y no sobreestimar el impacto que puede tener el D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n ha sido dif�cil. Frente a la dimensi�n de los problemas de la ni�ez en Colombia, los diferentes actores han propuesto muy diversas prioridades: trabajo sobre el maltrato infantil, sobre la educaci�n, servicios de salud, etc.
En este contexto y en un intento por mantener la pertinencia y especificidad de los prop�sitos del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n, se llevaron a cabo an�lisis que condujeron a asumir como categor�a m�s incluyente la de los derechos de los ni�os y las ni�as, que aunque se hab�an considerado anteriormente en algunos de los proyectos del Plan, para este periodo se asumieron de manera m�s intencional como ejes transversales.
Otro referente, planteado desde el a�o 2002, las dimensiones del desarrollo humano, fueron criterios utilizados para el an�lisis de la coherencia de los proyectos. Hablar de desarrollo humano nos demanda trascender el activismo y pensar en la dinamizaci�n de procesos sostenibles.
Dinamizar la creaci�n y enriquecimiento de ambientes para el desarrollo humano se constituy� en otro de nuestros retos, acci�n m�s viable y factible ahora en virtud de la voluntad de planear a cuatro a�os. Si antes ven�amos en un proceso de construcci�n m�s emergente e iluminativo, ahora el reto es armonizar a�n m�s estos procesos, consolidando y fortaleciendo lo ganado, dejando espacio a la informaci�n que nos den los procesos, y tomando decisiones intencionales sobre el rumbo del Plan.
Para una definici�n de las l�neas de acci�n coherente con nuestros lineamientos y principios, pero que igualmente nos permitiera sumarnos a otros esfuerzos bajo criterios comunes, encontramos un referente m�s amplio en la b�squeda de esta aproximaci�n en el numeral 7 de la Declaraci�n de las Naciones Unidades de Mayo de 2002, cuyo texto de principios y objetivos, transcribimos desarrollando la forma como el Plan se suma a los mismos:
7. Por la presente instamos a todos los miembros de la sociedad a que se unan a nosotros en un movimiento mundial que contribuya a la creaci�n de un mundo apropiado para los ni�os haciendo suya nuestra adhesi�n a los principios y objetivos siguientes:
1. Poner a los ni�os siempre primero: En todas las medidas relativas a los ni�os se dar� prioridad a los intereses superiores de los ni�os. El Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n, esencialmente est� movido por este inter�s superior, su visibilizaci�n como seres humanos protag�nicos y un mayor conocimiento sobre su realidad.
2. Erradicar la pobreza: Invertir en la infancia. Reafirmamos nuestra promesa de romper el ciclo de pobreza en una sola generaci�n, unidos en la convicci�n de que invertir en la infancia y realizar los derechos de los ni�os se cuentan entre las formas m�s efectivas de erradicar la pobreza. Debe adoptarse medidas de inmediato para eliminar las peores formas del trabajo infantil. El D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n no puede solucionar por si solo la pobreza, pero s� busca incidir sobre la calidad de vida de los ni�os y las ni�as,� por una parte, articul�ndose al Plan de Desarrollo, a los Planes y programas dirigidos a la infancia, a los programas que se ejecutan desde la instancia de proyectos sociales de la Presidencia y convocando y ganando aliados nacionales e internacionales para que se invierta en la ni�ez a trav�s de los programas y proyectos del Plan de una manera sostenible.
3. No permitir que ning�n ni�o quede postergado. Todos los ni�os y ni�as nacen libres y tienen la misma dignidad y los mismos derechos; por consiguiente, es necesario eliminar todas las formas de discriminaci�n contra ellos. Uno de los ejes de la estrategia comunicativa, y de la priorizaci�n y definici�n de los segmentos poblacionales busca llegar en condiciones de igualdad y equidad sin ning�n tipo de discriminaci�n. El Plan a trav�s de sus procesos afinar� estas propuestas, e igualmente se constituir� en mediador de procesos de recolecci�n y an�lisis de informaci�n sobre la situaci�n de derechos de los ni�os y las ni�as desde sus percepciones y a trav�s de estudios concretos, de tal manera que se tengan criterios de decisi�n para llegar a la ni�ez colombiana con equidad y justicia social.
4. Cuidar de todos los ni�os. Los ni�os deben empezar a vivir de la mejor manera posible. Su supervivencia, protecci�n, crecimiento y desarrollo con buena salud y una nutrici�n adecuada, son las bases fundamentales del desarrollo humano. Haremos un esfuerzo concertado para luchar contra las enfermedades infecciosas, combatir las principales causas de malnutrici�n y criar a los ni�os en un entorno seguro que les permita disfrutar de buena salud, estar mentalmente alerta, sentirse emocionalmente seguros y ser socialmente competentes y capaces de aprender. Los proyectos del Plan general integran el trabajo sobre las diferentes esferas del desarrollo de los ni�os y las ni�as, particularmente, los Ministerios de Protecci�n Social y Coldeportes, trabajan sobre condiciones que afectan directamente la salud.
5. Proteger a los ni�os de la violencia y la explotaci�n. Debe protegerse a los ni�os de todo acto de violencia, maltrato, explotaci�n y discriminaci�n, as� como de todas formas de terrorismo y toma de rehenes. El Plan en su conjunto propone una estrategia transversal de formaci�n y transformaci�n de patrones de crianza, buen trato al ni�o en el entrenamiento para los deportes, la misma forma como sean recibidos y tratados los ni�os desde las instituciones y adultos que� participan en el Plan, educaci�n a trav�s de los medios masivos de comunicaci�n, entre otras. Para el Plan, el problema del maltrato infantil es abordado desde todos los espacios y procesos pedag�gicos que se dan y no de manera aislada en un proyecto, de tal manera que llegue con m�s fuerza a la sociedad y a los factores asociados al maltrato y la explotaci�n infantil.
Por otra parte, asumiendo el car�cter de ni�ez y recreaci�n, se procurar� en el futuro profundizar en la reflexi�n sobre el tema de la pornograf�a infantil como forma de entretenimiento esencialmente adulta. Al efecto se articular�n acciones tanto a los programas del Plan Nacional de Recreaci�n 2003-2006 que aborden el tema de la explotaci�n sexual, como a procesos de educaci�n sexual desde los proyectos que se construyan con el Ministerio de Educaci�n.
El componente econ�mico laboral se orienta desde el programa Emprendedora...mente donde se hace especial �nfasis sobre la problem�tica del ni�o trabajador y las posibilidades de desarrollo de los ni�os y ni�as.
6. Proteger a los ni�os de la guerra. Es necesario proteger a los ni�os de los horrores de los conflictos armados. Tambi�n debe protegerse a los ni�os bajo ocupaci�n extranjera, de conformidad con las disposiciones del derecho internacional humanitario. El Plan General del D�a de la Ni�ez y la Recreaci�n contempla dos proyectos que le son esenciales para trabajar el problema de la vinculaci�n de los ni�os al conflicto armado: Oasis de Paz e Integrarte. El primero pretende generar una movilizaci�n nacional de los ni�os en torno al tema, y el segundo abrir espacios internacionales, a trav�s de procesos organizativos y de participaci�n responsable por parte de los ni�os y las ni�as en interacci�n con los adultos. Este tema se trabaja desde los procesos de socializaci�n pol�tica, fomento de una cultura de la paz y la no violencia, entre otros.
7. Luchar contra el VIH/SIDA. Es necesario proteger a los ni�os y sus familias de los efectos devastadores del virus de inmunodeficiencia humana/ s�ndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA).� Se procurar� desde la celebraci�n del a�o 2004 impulsar la tem�tica de educaci�n sexual y reproductiva en alguno de las intervenciones lideradas desde los Ministerios de Educaci�n y de Protecci�n Social.
8. Escuchar a los ni�os y asegurar su participaci�n. Los ni�os y los adolescentes son ciudadanos valiosos que pueden ayudar a crear un mundo mejor para todos. Debemos respetar su derecho a expresarse y a participar en todos los asuntos que les afecten, seg�n su edad y madurez. El Plan contempla por una parte,� que TODOS los proyectos incrementen� en cantidad y calidad la participaci�n de los ni�os en los proyectos y por otra,� construir un modelo desde la pedagog�a l�dica de formaci�n para la participaci�n social y pol�tica.� Los proyectos del programa Participando...ando Ni�os al Congreso, Concejo y Asamblea se dise�aron y desarrollaron pensando fundamentalmente en este objetivo, al igual que la Justicia Empieza por Casa y Oasis de Paz.
9. Proteger a la tierra para los ni�os. Debemos defender nuestro medio ambiente natural con su diversidad biol�gica, su belleza y sus recursos, todo lo cual mejora la calidad de vida para las generaciones actuales y futuras. Prestaremos toda la asistencia posible para proteger a los ni�os y reducir al m�nimo los efectos en ellos de los desastres naturales y la degradaci�n del medio ambiente. Desde la l�nea que se trabaja en el programa Explorando...ando se ha pretendido ir desarrollando una propuesta de educaci�n ambiental desde los proyectos.
En la descripci�n de los objetivos, las estrategias y los programas y proyectos se presentan de manera concreta las l�neas de acci�n que se han venido definiendo a trav�s del proceso de crecimiento del Plan, y las que se prev� fortalecer en los pr�ximos cuatro a�os.