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�������� �El envejecimiento es en si mismo un proceso cuya calidad est� directamente relacionada con la forma como la persona satisface sus necesidades a trav�s de todo su ciclo vital.� (1)
La persona es un ser de necesidades m�ltiples e interdependientes, por ello las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en que las mismas se interrelacionan e interact�an y se satisfacen en tres contextos:� en relaci�n con uno mismo (Eigenwelt), en relaci�n con el grupo social (Milwelt) y en relaci�n con el medio ambiente (Umwelt). (2)
La satisfacci�n de las necesidades de la especie humana, es lo que condiciona la llamada �Calidad de Vida� y esta es, a su vez el fundamento concreto de bienestar social. (3)
Bienestar se ha identificado con �desarrollo econ�mico�, �con la riqueza familiar o individual�, �con el nivel de vida�, �con el estado de salud�, �con la longevidad individual�, con la calidad y cantidad de los �servicios m�dicos�, con los �ingresos o salarios� con �la satisfacci�n de necesidades y deseos �y con la existencia de la llamada �felicidad�, elementos todos que individual o conjuntamente pueden ser sentimientos transitorios y que se traducen en calidad de vida como expresi�n del bienestar, pero que no pueden ser estudiados en forma simplista y descriptiva sino como, el resultado de ese complejo de elementos expuestos.
San Mart�n y Pastor (3) autores de Epidemiolog�a de la Vejez entre otras muchas obras, buscando obtener indicadores sociales de calidad de vida, han clasificado nueve dominios que representan significativamente los elementos sociales, ambientales, poblacionales que m�s influencian la calidad de vida y el bienestar de la poblaci�n y podr�an clasificarse en:
- Aspectos del ambiente f�sico- biol�gico, referidos a los elementos del ambiente natural-ecol�gico� en que se vive:� el clima, condiciones geogr�ficas, etc.
- Elementos del ambiente social * Se refieren a todos los elementos que conforman lo que llamamos � sociedades de tipo humano � que implican estructuras, funciones, actividades, relaciones, familia, convivientes, seguros sociales.
- Bienes y servicios disponibles en relaci�n a la situaci�n econ�mica, personal y familiar: accesibilidad de bienes y servicios.
- Seguridad de las personas.
- Igualdad o desigualdad de oportunidades sociales y grado de participaci�n de la poblaci�n en los asuntos sociales y comunitarios. *
- La accesibilidad f�sica, geogr�fica, econ�mica, cultural, educacional, art�stica, empleo y trabajo, vivienda, etc.
- La percepci�n objetiva y subjetiva de la calidad de vida y el bienestar por el individuo y la comunidad *
- Situaci�n de salud (nivel-estructura) individual y colectiva *
- Desarrollo de la personalidad, cultura y educaci�n *
- Trabajo y empleo *
- Situaci�n econ�mica, personal y familiar *
- Reposo, deporte, vida cultural y art�stica, distracciones.
- Nivel de vida de la comunidad:� grupos, familias, individuos.
- Modos de vida-estilos de vida:� h�bitos, costumbres, comportamientos, creencias*
* B�sicos seg�n los autores.
En Colombia (4), el concepto de calidad de vida se confunde con nivel de vida y se reduce a los indicadores, porcentajes y estad�sticas de c�mo vive la gente y la satisfacci�n de sus necesidades b�sicas.� Se mide en t�rminos f�sicos:� vivienda, servicios p�blicos, �rea construida, etc.� Se observa a trav�s de los estudios de pobreza con los conceptos de desnutrici�n, infraconsumo, bajos niveles educativos, inserci�n inestable en la producci�n, condiciones sanitarias y habitacionales precarias.
Por ello, Solano Berr�o en documento period�stico publicado en Medell�n (4) plantea considerar la calidad como algo mucho m�s lejos de los simples y frios indicadores econ�micos y propone el uso de los siguientes indicadores, no lejano de lo planteado por otros autores.
- Disfrute de la afectividad. - Respeto de los derechos humanos. - Felicidad. - Autorrealizaci�n. - Acceso al trabajo, la salud y la recreaci�n. - Oportunidad de empleo y seguridad social. - Posibilidades de acceder a una vivienda digna con todos los servicios p�blicos. - Participaci�n en las acciones colectivas. - Respeto por la democracia. - Acceso a los nuevos medios electr�nicos. - Disfrute de las manifestaciones art�sticas. - Facilidad de estudiar investigar y actualizarse en los campos en los que a cada uno le interesa y dominar siquiera una lengua extranjera. - Espacios de participaci�n. - Capacidad de desarrollar un concepto de ciudadan�a. - Garant�a para ser interlocutor y sujeto activo de los procesos de la sociedad.
Lo anterior ha hecho necesario incursionar un poco en la tem�tica sobre las caracter�sticas que se presentan en esta etapa de la vida, para que la calidad de vida durante la vejez sea diferente en su conceptualizaci�n y medici�n, porque para considerar el envejecimiento desde el punto de vista del individuo que envejece hay dos tipos de aspectos subjetivos que son pertinentes: Los Cognitivos referidos a los significados que el individuo atribuye a lo que le pasa y a su situaci�n y los afectivo�volitivos referidos a los sentimientos que motivan a los individuos a estimar sus circunstancias, a los estados de �nimo que las encaran y a su disposici�n para actuar sobre ellas. (5)
En el componente cognitivo se pueden dar tres situaciones:� la resignaci�n, la adaptaci�n y la aceptaci�n y b�squeda de vivir la vejez del mejor modo.� En esta �ltima las personas descubren su sentido positivo de vida en la reflexi�n y la comprensi�n y descubren su compromiso con lo que pasa alrededor, al asumir que, independiente de la edad se sigue siendo un ser en el mundo.
Los individuos deben enfrentar intencionalmente su proceso de envejecimiento.� Envejecer bien o mal depende, dentro de los m�rgenes fijados por el contexto social, de los mismos individuos que envejecen. (5)
El proceso del envejecimiento del organismo humano no puede reducirse a un mero proceso biol�gico, debe analizarse en el contexto total en que se produce:� la naturaleza compleja del hombre que es un ser biol�gico � cultural � social � mental y espiritual integradamente y la naturaleza compleja de las sociedades humanas: ecol�gico, ambiental, social, econ�mico, cultural.� El envejecimiento no es una enfermedad como algunos lo plantean.� El envejecimiento del organismo humano es un proceso individual y colectivo a la vez en el sentido que se produce en el individuo pero es muy condicionado por la sociedad, por la calidad de vida y por los modos de vida. (4)
�Los ancianos constituyen uno de los grupos de edad en toda sociedad humana, el remedio, entonces, es darles el rol que les corresponde en la sociedad.� No son inv�lidos ni idiotas, aunque los hay como en todas� las� edades de la vida.� Las vejeces pat�genas, con demencia senil no son m�s del 5 � 6% en la poblaci�n mayor de 65 a�os; mucho m�s abundante son los s�ntomas de insatisfacci�n existencial (soledad, angustia, estres, aburrimiento) consecuencia de la inactividad f�sica y mental y la falta de sentido de sus vidas �. (4)
Para Berenice L. Neugarten (1974) citado por Espinosa Salazar, la satisfacci�n de vida de los envejecientes se define seg�n los siguientes criterios:� satisfacci�n en las actividades diarias, significado de la vida haci�ndose responsable de la misma, percepci�n del logro de metas de vida, autoimagen y actitud hacia la vida.� (1)
Roc�o Fern�ndez � Ballesteros, psic�loga especializada en envejecimiento y vejez, en varias publicaciones e investigaci�n sobre el tema y sobre otros aspectos de evaluaci�n psicosocial, especialmente en la publicaci�n �Calidad de vida en la vejez en los diferentes contextos� (6), consolida toda la teorizaci�n general y espec�fica anterior, resalta como actualmente todos los planes y programas de servicios sociales dirigidos a los mayores y a otros grupos poblacionales tienen como objetivo incrementar la calidad de vida para alcanzar el estado de bienestar.� Enfatiza te�ricamente y con aplicaci�n en la pr�ctica en la especificidad del concepto de calidad de vida en las personas mayores, que aunque mantienen aspectos comunes con otros grupos poblacionales, tienen otros factores importantes que inciden en los ancianos como es la autonom�a.� Rechaza la igualdad que algunos autores han querido dar a la calidad de vida con el estado de salud del individuo y concreta en la multidimensionalidad con factores personales tales como salud, habilidades funcionales, relaciones sociales, actividades de ocio y satisfacci�n y factores socioambientales:� apoyo social, condiciones econ�micas, servicios de salud y sociales, calidad del ambiente y aspectos culturales.
Referencia esta autora, la necesidad de que el concepto de calidad de vida contenga elementos subjetivos o sea la valoraci�n, juicio o sentimiento sobre salud percibida, satisfacci�n social, necesidades culturales, valoraci�n del entorno, servicios de salud y sociales percibidos y elementos objetivos o de medici�n real sobre la calidad ambiental, la disponibilidad de servicios de salud y sociales, la salud objetiva (valoraci�n), el apoyo social y factores culturales.� Por ello �la evaluaci�n de la calidad de vida tiene que contemplar una visi�n multidimensional, con componentes subjetivos y objetivos en la operacionalizaci�n de sus distintas condiciones y dimensiones �.
Con estas conceptualizaciones y el modelo pr�ctico de medici�n utilizado por la autora en su investigaci�n sobre Calidad de vida en la vejez y considerando que, en Colombia como en muchos otros pa�ses en desarrollo, la cultura actual est� condicionada por la producci�n y la competencia, el anciano ha perdido poderes y derechos que lo han marginado de la sociedad creando una serie de estereotipos negativos de persona enferma, incapaz de producir, limitado e incompetente para asumir tareas y ejercer funciones, situaciones que han llevado al anciano y en la mayor�a de los casos a la familia a aplicar alternativas como la institucionalizaci�n, que por las condiciones negativas como se presenta, no permiten que el anciano tenga adecuada calidad de vida y por ende unas satisfactorias condiciones de bienestar.
El �ndice de calidad de vida en la poblaci�n anciana de Colombia, como la de otros grupos poblacionales, se desconoce, a pesar de que el objetivo de la pol�tica relativa a la atenci�n al envejecimiento y a la vejez de la poblaci�n colombiana, sea elevar las condiciones de vida de las personas de mayor edad y elevar la calidad de vida de toda la poblaci�n para que alcancen una vejez saludable y satisfactoria, a�n se prioriza la atenci�n institucional, en instituciones de car�cter p�blico y privado, con ingresos ocasionales e insuficientes producto de contrataci�n con el Estado, que funcionan en edificaciones adaptadas y generalmente con un n�mero de usuarios superior a la capacidad real de utilizaci�n.
Con el objetivo general de comparar algunos componentes de calidad de vida de los ancianos que residen permanentemente en los Centros de Bienestar del Anciano del departamento de Antioquia, Colombia, con los mismos componentes de Calidad de Vida de los ancianos que residen en la comunidad y participan en los programas de Puertas Abiertas, con el fin de establecer cual alternativa de atenci�n puede generar mejor calidad de vida, se realiz� una investigaci�n cuyos resultados, producto de la comparaci�n de los grupos en un momento dado permitieran tomar decisiones y orientar las acciones en los programas de atenci�n a esta poblaci�n. CONCLUSIONES
El an�lisis de algunos componentes de calidad de vida en personas mayores que residen en dos ambientes diferentes, compendiados en ocho �reas, permiti� concluir:�
1.��� En referencia a las condiciones sociodemogr�ficas, existe una diferencia importante por edad, sexo y estado civil como determinante para recurrir a la institucionalizaci�n, siendo �sta m�s frecuente en personas de mayor edad, de sexo masculino y solteros(as).� Los antecedentes laborales han sido m�s desfavorables (desempleo) para los participantes en el Programa de Puertas Abiertas, sin embargo, de los que reciben ingresos, los de Puertas Abiertas est�n en mayor proporci�n porque adem�s tienen con mayor frecuencia renta propia y apoyo familiar, contrario a lo que sucede con los del CBA que dependen m�s del apoyo social y filantr�pico, sin embargo en ambos grupos, la proporci�n de quienes tienen ingresos es baja porque no tuvieron antecedentes laborales o �stos fueron como trabajador independiente, factor apoyado por el analfabetismo real o funcional que es muy alto en ambos grupos de estudio, sin diferencias importantes entre ellos. � 2.��� En el �rea de salud subjetiva, la percepci�n del estado de salud, la visi�n futura de la salud y la valoraci�n de la salud propia con respecto a la de otros, los ancianos consideran que su estado de salud ha sido regular en el �ltimo a�o, pero tambi�n en altas proporciones se sienten satisfechos con su estado de salud actual, siendo el grado de satisfacci�n mayor en los participantes en el PROPA.
Aunque para los ancianos la percepci�n de su salud futura y su salud en referencia a la de sus compa�eros se presenta en proporci�n muy alta como mejor, la diferencia es mucha entre los grupos porque los del CBA la perciben m�s negativa que los del PROPA.
3.� Respecto a la salud objetiva, la presencia de enfermedad o problemas cr�nicos de salud, puede decirse que la proporci�n observada supera la mediana y lo esperado en ambos grupos, s�lo con diferencias en el orden de presentaci�n.
Las molestias o s�ntomas presentados por los ancianos en el mes previo a la entrevista mostr� mayor frecuencia de algunos s�ntomas en los ancianos del Centro de Bienestar del Anciano, lo cual puede tener explicaci�n en su situaci�n de aislamiento familiar y falta de actividad.
La frecuencia de visita m�dica es alta en ambos grupos, dato que se contradice con lo hallado sobre problemas de salud y con lo observado en la informaci�n sobre hospitalizaci�n e incapacidad por enfermedad pero que puede relacionarse con una b�squeda de comunicaci�n por parte del anciano.
Existe en los ancianos policonsumo de medicamentos, obedeciendo �ste a factores culturales de formulaci�n m�dica y automedicaci�n.� En este sentido hay diferencias y son muy distintos los medicamentos consumidos en cada grupo, atrevi�ndonos a decir que el consumo de algunos medicamentos se debe a alteraciones psicol�gicas no manifiestas.
Podr�a sintetizarse en el �rea de salud objetiva que la poblaci�n anciana es relativamente sana, con una prevalencia mayor de problemas osteomusculares, lo que contradice la creencia popular y biologista de vejez igual enfermedad.
4.��� Referido a la salud ps�quica, aunque hay diferencias en las proporciones observadas en los grupos, podr�a decirse que en la globalidad de las variables psicol�gicas, las condiciones son m�s negativas para los participantes en el PROPA, explicable porque tienen que enfrentarse a un medio familiar y social que genera inestabilidad , caso contrario a lo que ocurre a los residentes en el CBA, que al menos sus necesidades b�sicas est�n satisfechas. � En algunos de los indicadores de depresi�n, los hallazgos se�alan proporci�n mayor con sentido negativo para los residentes en el CBA, en 22 de los 30 items considerados.�
En la valoraci�n de la ansiedad, las diferencias no son importantes y los ancianos de ambos grupos presentan un nivel moderado o m�nimo de ansiedad.
5.��� Relacionado con el �rea de habilidades funcionales que determinan la autonom�a, la percepci�n sobre �stas en el� pasado, en la actualidad y en el futuro es positiva en un alto porcentaje de ancianos, sin embargo, hay diferencias entre los grupos siendo superior la percepci�n positiva hacia el futuro de los participantes en el PROPA y resaltando para los del CBA, el hecho de que hace cinco a�os su autonom�a era mejor, situaci�n que conduce a proponer alternativas para evitar que este deterioro contin�e. � En las actividades cotidianas realizadas por los ancianos: cuidar su aspecto f�sico, comer solo, vestirse y desvestirse, caminar, ba�arse, e ir al sanitario, se observan diferencias, Los ancianos residentes en el CBA tienen m�s dificultad para realizarlas e incluso existe mayor proporci�n de no hacerlo.
Igualmente en las actividades instrumentales los resultados son diferentes y el no hacerlas o hacerlas con mucha dificultad es m�s frecuente en los residentes en el CBA.� Algunas que en alta proporci�n no realizan �stos son, asear la habitaci�n, salir de compras y arreglar el jard�n, etc.
6.��� El consumo y la frecuencia de consumo de cigarrillo o tabaco como estilo de vida no es una variable que tenga proporci�n considerable, aunque sea un poco mayor en los residentes en el CBA.
El consumo de bebidas alcoh�licas igualmente es bajo en la vida diaria de los ancianos pero los participantes en el PROPA consumen alcohol en mucha m�s proporci�n que los residentes en CBA.� En eventos especiales casi todos los ancianos consumen algo de bebidas alcoh�licas.
Es llamativo que el consumo de una dieta balanceada no haya mostrado una diferencia porque hay unos mejores h�bitos alimentarios en los residentes en el CBA, instituciones que reciben asesor�a y vigilancia nutricional peri�dica o permanente.
Las actividades habituales y de la vida diaria que realizan los ancianos son pocas y en general de car�cter pasivo, excepto las relacionadas con las actividades dom�sticas entre los participantes del PROPA, pero la diferencia que se observa es en la satisfacci�n que les produce el realizar estas actividades, que es muy superior en los participantes en el PROPA que en los residentes en el CBA, para quienes la actividad que realizan es m�s de car�cter pasivo.
7.��� Las relaciones sociofamiliares en el margen de la convivencia actual y la satisfacci�n con la misma, tiene diferencias importantes en cuanto a la satisfacci�n en la relaci�n con los hijos, nietos, otros familiares y amigos, siendo muy notoria la diferencia en cuanto a frecuencia de visitas para los que viven independientes de su familia nuclear, que se dan con mucha m�s frecuencia entre los participantes en el PROPA, situaci�n que se repite en cuanto a las visitas de otros familiares.� Sin embargo, las visitas sociales se dan con mayor frecuencia para los residentes en el CBA.
En el trato y atenci�n recibida tanto por familiares directos o indirectos como por amigos, vecinos y el personal de la instituci�n o de los programas, es satisfactorio, sin diferencias por grupo de ancianos.
En la pertenencia a grupos se observa mayor frecuencia de participaci�n para los ancianos del PROPA, pero en grupos religiosos la mayor participaci�n la tienen los residentes del CBA.
La satisfacci�n de los ancianos por la pertenencia y participaci�n en grupos recreativos, religiosos, comunitarios y de la tercera edad es alta no as�, en los grupos culturales cuya participaci�n les genera poca satisfacci�n.
8.��� La conceptualizaci�n global sobre calidad de vida mostr� diferencias significativas, siendo el concepto de calidad de vida regular m�s frecuente entre los participantes en el PROPA y el concepto calidad de vida mala, m�s frecuente entre los residentes en el CBA, aunque la proporci�n en este �ltimo caso es muy baja.
9. �� Para los ancianos los factores que m�s inciden, en orden de importancia en su calidad de vida son:� tener buena salud, tener oportunidad de aprender y conocer, poder valerse por si mismo y seguridad en el medio donde viven.� A partir de estos cuatro hay diferencias por grupos de ancianos as�:�
Para los residentes en el CBA el quinto lugar de importancia corresponde a tener buenos servicios de salud y bienestar, seguido por buenas relaciones sociofamiliares y buenos ingresos.
Para los participantes en el PROPA el quinto lugar lo ocupa el sentirse contento con la vida, seguido por mantenerse activo, tener buenos ingresos y tener buenos servicios de salud y bienestar.
En s�ntesis, los componentes de calidad de vida con orientaci�n positiva los presentan los participantes en el PROPA, al igual que en la mayor�a de los an�lisis descriptivos, pero esto no nos permite decir cual de los dos grupos de ancianos, los participantes en el PROPA o los residentes en el CBA, tiene mejor calidad de vida sino que nos induce a pensar en el hecho de la individualidad del envejecimiento y a confirmar m�s las teor�as de que la calidad de vida es un concepto multidimensional con componentes subjetivos y objetivos. REFERENCIAS
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[i] Enfermera Magister en Salud P�blica.� Geront�loga. Magister en Gerontolog�a Social.