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Informe del Comit� Especial Plenario del vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones de la Asamblea General

 

 

 

Asamblea General

Documentos Oficiales
Vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones
Suplemento No. 3 (A/S-27/19/Rev.1)

 

 

Naciones Unidas Nueva York, 2002

 

 

 

 

A/S-27/19/Rev.1


 

Nota

Las signaturas de los documentos de las Naciones Unidas se componen de letras may�sculas y cifras. La menci�n de una de tales signaturas indica que se hace referencia a un documento de las Naciones Unidas.

 

�ndice

Cap�tulo

 

P�rrafos

P�gina

                                 I.���� Introducci�n.........................................

1�10

1

                               II.���� Decisiones adoptadas por el Comit� Especial Plenario

11�12

2

                             III.���� Recomendaci�n del Comit� Especial Plenario��

13

2

 

Cap�tulo I

 

���������������� Introducci�n

 

 

1.            En la primera sesi�n plenaria del vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones, celebrada el 8 de mayo de 2002, la Asamblea General estableci� un Comit� Especial Plenario del vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones y decidi� que la Mesa del Comit� Preparatorio del per�odo extraordinario de sesiones actuara de Mesa del Comit� Especial Plenario.

2.            El Comit� Especial celebr� dos sesiones, del 8 al 10 de mayo de 2002, a fin de escuchar a representantes de delegaciones, programas de las Naciones Unidas y otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, y organizaciones no gubernamentales y examinar el proyecto de documento sobre los resultados del vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones.

3.            En relaci�n con el examen de los temas 8 y 9 del programa, el Comit� Especial tuvo ante s� los informes del Comit� Preparatorio del per�odo extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre la infancia (A/S-27/2 y Add.1 (Part I y Part II y Corr.1 y 2)).

4.            En su primera sesi�n, celebrada el 8 de mayo de 2002 hicieron declaraciones los representantes del Pakist�n, Mongolia, Sierra Leona, los Emiratos �rabes Unidos, Yemen e Indonesia.

5.            En la misma sesi�n hicieron igualmente declaraciones los representantes de la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT), la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n (FAO), la Organizaci�n de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

6.            Hicieron asimismo declaraciones los representantes de World Vision International, Gurises Unidos y ECPAT International.

7.            En la misma sesi�n hizo una declaraci�n el Director Ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

8.            En la segunda sesi�n, celebrada el 9 de mayo, hicieron declaraciones los representantes de Liechtenstein, Austria, Filipinas, Uruguay, M�naco, Rep�blica Centroafricana, Iraq, Rep�blica de Corea y Uganda.

9.            Tambi�n en la segunda sesi�n, hicieron declaraciones los representantes de la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Educaci�n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Oficina de las Naciones Unidas de Fiscalizaci�n de Drogas y Prevenci�n del Delito, la Organizaci�n Mundial del Turismo (OMT), el Fondo de Poblaci�n de las Naciones Unidas (FNUAP), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Comit� para la Eliminaci�n de la Discriminaci�n contra la Mujer, el Comit� de los Derechos del Ni�o, la Organizaci�n para la Seguridad y la Cooperaci�n en Europa (OSCE) y el Grupo Permanente de Comit�s Nacionales pro UNICEF.

10.         En la misma sesi�n hicieron igualmente declaraciones los representantes de las instituciones independientes de derechos humanos para la infancia, la Asociaci�n Mundial de las Gu�as Scout, la Federaci�n Nacional de organizaciones no gubernamentales, ChildHope Asia y Defence for Children International.

Cap�tulo II

 

���������������� Decisiones adoptadas por el Comit� Especial Plenario

 

 

11.         En la continuaci�n de su segunda sesi�n, el 10 de mayo, el Comit� Especial Plenario examin� su proyecto de informe (A/S-27/AC.1/L.1 y Add.1 a 3).

12.         En la misma sesi�n el Comit� Especial Plenario aprob� su informe y decidi� recomendar a la Asamblea General en su vig�simo s�ptimo per�odo extraordinario de sesiones que aprobara un proyecto de resoluci�n (v�ase el p�rrafo 13).

 

 

Cap�tulo III

 

���������������� Recomendaci�n del Comit� Especial Plenario

 

 

13.         El Comit� Especial recomienda a la Asamblea General que apruebe el siguiente proyecto de resoluci�n:

 

 

�������������������� Un mundo apropiado para los ni�os

 

 

���������� La Asamblea General,

���������� Aprueba el documento titulado �Un mundo apropiado para los ni�os� que figura en el anexo a la presente resoluci�n.

 

 

�������������������� Anexo
Un mundo apropiado para los ni�os

�ndice

 

 

P�rrafos

P�gina

                                 I.���� Declaraci�n.......................................................

1�9

3

                                 I.���� Examen de los avances logrados y la experiencia obtenida....................

10�13

5

                               II.���� Plan de Acci�n....................................................

14�62

6

A.        Creaci�n de un mundo apropiado para los ni�os

14�32

6

B.         Objetivos, estrategias y actividades

33�47

11

1.          Promoci�n de una vida sana..................................

35�37

12

2.          Acceso a una educaci�n de calidad.............................

38�40

15

3.          Necesidad de proteger a los ni�os de los malos tratos, la explotaci�n y la violencia.............................................

41�44

18

4.          Lucha contra el VIH/SIDA

45�47

23

C.         Movilizaci�n de recursos........................................

48�58

26

D.         Medidas complementarias y evaluaci�n..............................

59�62

28

 

 

�������������������� I.����� Declaraci�n

 

 

1.            Hace 11 a�os, en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, los dirigentes mundiales contrajeron un compromiso com�n e hicieron un llamamiento urgente y universal para que se brindara un futuro mejor a todos los ni�os.

2.            Desde entonces se han hecho progresos considerables, como se indica en el informe del Secretario General titulado �Nosotros los ni�os�1. Se han salvado millones de vidas j�venes, asisten a la escuela m�s ni�os que nunca, m�s ni�os participan activamente en las decisiones que afectan a sus vidas y se han concertado importantes tratados para proteger a los ni�os. Sin embargo, esos avances y esos logros han sido desiguales y a�n quedan muchos obst�culos, especialmente en los pa�ses en desarrollo. Ha resultado dif�cil garantizar un futuro mejor para todos los ni�os; los avances generales no han estado a la altura de las obligaciones nacionales ni de los compromisos internacionales.

3.            Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y los representantes de los Estados participantes en el per�odo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la infancia, reafirmando nuestra adhesi�n a los prop�sitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, estamos decididos a aprovechar esta oportunidad hist�rica para cambiar el mundo en favor de los ni�os y con su participaci�n. En consecuencia, reafirmamos nuestro compromiso de completar el programa pendiente de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia y abordar otras cuestiones incipientes decisivas para lograr los objetivos y las metas a m�s largo plazo adoptados en las grandes cumbres y conferencias de las Naciones Unidas celebradas recientemente, en particular la Declaraci�n del Milenio2, mediante la adopci�n de medidas en el plano nacional y la cooperaci�n internacional.

4.            Reafirmamos nuestra obligaci�n de tomar medidas para promover y proteger los derechos de todos los ni�os, es decir, de todos los seres humanos menores de 18 a�os incluidos los adolescentes. Estamos decididos a respetar la dignidad y asegurar el bienestar de todos los ni�os. Reconocemos que la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o3, el tratado de derechos humanos m�s ratificado de la historia, y sus Protocolos Facultativos contienen un conjunto amplio de normas jur�dicas internacionales para la protecci�n y el bienestar de los ni�os. Tambi�n reconocemos la importancia de otros instrumentos internacionales pertinentes a los ni�os.

5.            Hacemos hincapi� en nuestra adhesi�n a la creaci�n de un mundo apropiado para los ni�os en que el desarrollo humano sostenible, teniendo en cuenta el inter�s superior del ni�o, se funde en los principios de la democracia, la igualdad, la no discriminaci�n, la paz y la justicia social y la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelaci�n de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo.

6.            Reconocemos y apoyamos el hecho de que los padres y las familias o, si procede, los tutores, son los principales cuidadores de los ni�os y fortaleceremos su capacidad de ofrecerles un grado �ptimo de cuidado, sustento y protecci�n.

7.            Por la presente instamos a todos los miembros de la sociedad a que se unan a nosotros en un movimiento mundial que contribuya a la creaci�n de un mundo apropiado para los ni�os haciendo suya nuestra adhesi�n a los principios y objetivos siguientes:

���������� 1.������� Poner a los ni�os siempre primero. En todas las medidas relativas a los ni�os se dar� prioridad a los intereses superiores de los ni�os.

���������� 2.������� Erradicar la pobreza: invertir en la infancia. Reafirmamos nuestra promesa de romper el ciclo de pobreza en una sola generaci�n, unidos en la convicci�n de que invertir en la infancia y realizar los derechos de los ni�os se cuentan entre las formas m�s efectivas de erradicar la pobreza. Deben adoptarse medidas de inmediato para eliminar las peores formas del trabajo infantil.

���������� 3.������� No permitir que ning�n ni�o quede postergado. Todos los ni�os y ni�as nacen libres y tienen la misma dignidad y los mismos derechos; por consiguiente, es necesario eliminar todas las formas de discriminaci�n contra ellos.

���������� 4.������� Cuidar de todos los ni�os. Los ni�os deben empezar a vivir de la mejor manera posible. Su supervivencia, protecci�n, crecimiento y desarrollo con buena salud y una nutrici�n adecuada son las bases fundamentales del desarrollo humano. Haremos un esfuerzo concertado para luchar contra las enfermedades infecciosas, combatir las principales causas de la malnutrici�n y criar a los ni�os en un entorno seguro que les permita disfrutar de buena salud, estar mentalmente alerta, sentirse emocionalmente seguros y ser socialmente competentes y capaces de aprender.

���������� 5.������� Educar a todos los ni�os. Todas las ni�as y todos los ni�os deben tener acceso a una educaci�n primaria obligatoria, totalmente gratuita y de buena calidad como base de una ense�anza b�sica completa. Deben eliminarse las disparidades entre los g�neros en la educaci�n primaria y secundaria.

���������� 6.������� Proteger a los ni�os de la violencia y la explotaci�n. Debe protegerse a los ni�os de todo acto de violencia, maltrato, explotaci�n y discriminaci�n, as� como de todas las formas de terrorismo y de toma de rehenes.

���������� 7.������� Proteger a los ni�os de la guerra. Es necesario proteger a los ni�os de los horrores de los conflictos armados. Tambi�n debe protegerse a los ni�os bajo ocupaci�n extranjera, de conformidad con las disposiciones del derecho internacional humanitario.

���������� 8.������� Luchar contra el VIH/SIDA. Es necesario proteger a los ni�os y a sus familias de los efectos devastadores del virus de inmunodeficiencia humana/s�ndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA).

���������� 9.������� Escuchar a los ni�os y asegurar su participaci�n. Los ni�os y los adolescentes son ciudadanos valiosos que pueden ayudar a crear un futuro mejor para todos. Debemos respetar su derecho a expresarse y a participar en todos los asuntos que les afecten, seg�n su edad y madurez.

���������� 10.����� Proteger a la Tierra para los ni�os. Debemos defender nuestro medio ambiente natural con su diversidad biol�gica, su belleza y sus recursos, todo lo cual mejora la calidad de la vida para las generaciones actuales y futuras. Prestaremos toda la asistencia posible para proteger a los ni�os y reducir al m�nimo los efectos en ellos de los desastres naturales y la degradaci�n del medio ambiente.

8.          Reconocemos que la aplicaci�n de la presente Declaraci�n y del Plan de Acci�n exige no s�lo una voluntad pol�tica renovada, sino tambi�n la movilizaci�n y asig�naci�n de recursos adicionales, tanto en el plano nacional como internacional, teniendo en cuenta la urgencia y la gravedad de las necesidades especiales de los ni�os.

9.          De conformidad con esos principios y objetivos, aprobamos el Plan de Acci�n que figura en la secci�n III, confiando en que juntos construiremos un mundo en el que las ni�as y los ni�os podr�n disfrutar de su infancia, etapa de juegos y de aprendizaje, en la que recibir�n amor, respeto y cari�o, en la que se promover�n y proteger�n sus derechos, sin ning�n tipo de discriminaci�n, en la que su seguridad y bienestar ser�n primordiales y en la que podr�n crecer sanos, en paz y con dignidad.

 

 

�������������������� II.��� Examen de los avances logrados y la experiencia obtenida

 

 

10.         La Declaraci�n Mundial y el Plan de Acci�n de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia4 se encuentran entre los compromisos internacionales formulados en el decenio de 1990 cuyo cumplimiento y ejecuci�n se vigilan con m�s rigor. Se realizaron ex�menes anuales a nivel nacional y se presentaron informes de seguimiento a la Asamblea General. Se efectuaron un examen de mitad de decenio y un examen amplio general de final del decenio. Este �ltimo examen incluy� reuniones regionales de alto nivel celebradas en Beijing, Berl�n, El Cairo, Katmand� y Kingston, en las que se examinaron los avances logrados; se vel� por el seguimiento de la Cumbre y otras conferencias importantes; se foment� un renovado compromiso con el logro de los objetivos de la Cumbre Mundial y se orient� la adopci�n de medidas para el futuro. Como complemento de los esfuerzos de los gobiernos, en los ex�menes particip� una amplia variedad de instancias, como los ni�os, organizaciones juveniles, instituciones acad�micas, grupos religiosos, organizaciones de la sociedad civil, parlamentarios, medios de comunicaci�n, organismos de las Naciones Unidas, donantes e importantes organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.

11.         Como se se�al� en el examen de final del decenio del Secretario General sobre las actividades complementarias de la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, el decenio 1990-1999 fue de grandes promesas y logros modestos en pro de los ni�os del mundo. Del lado positivo, la Cumbre y la entrada en vigor de la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o contribuyeron a dar prelaci�n pol�tica a la cuesti�n de los ni�os. Un total de 192 pa�ses, cifra sin precedentes, ratific� la Convenci�n, se adhiri� a ella o la firm�. Unos 155 pa�ses prepararon programas de acci�n nacionales para dar cumplimiento a los objetivos de la Cumbre. Se contrajeron compromisos a nivel regional. Diversas disposiciones y mecanismos jur�dicos internacionales fortalecieron la protecci�n de los ni�os. La labor en pro de los objetivos de la Cumbre ha dado muchos resultados tangibles para los ni�os: el presente a�o morir�n 3 millones menos de ni�os que hace un decenio; est� a punto de lograrse la erradicaci�n de la poliomielitis; y, gracias a la yodaci�n de la sal, cada a�o se protege a 90 millones de reci�n nacidos de una p�rdida significativa de la capacidad de aprender.

12.         Pese a todo, a�n queda mucho por hacer. Los recursos que se prometieron en la Cumbre, tanto a nivel nacional como internacional, a�n no se han hecho totalmente realidad. Sigue habiendo problemas cr�ticos; cada a�o mueren m�s de 10 millones de ni�os, aunque la mayor�a de esas muertes podr�a evitarse; sigue habiendo 100 millones de ni�os sin escolarizar, de los que un 60% son ni�as; 150 millones de ni�os padecen malnutrici�n; y el VIH/SIDA se propaga a una velocidad catastr�fica. Hay pobreza, exclusi�n y discriminaci�n persistentes, y las inversiones en servicios sociales son insuficientes. Adem�s, la carga de la deuda, los excesivos gastos militares desproporcionados con las exigencias de la seguridad nacional, los conflictos armados, la ocupaci�n extranjera, la toma de rehenes y todas las formas de terrorismo, as� como el uso ineficaz de los recursos, entre otros factores, pueden obstaculizar las medidas adoptadas a nivel nacional para luchar contra la pobreza y asegurar el bienestar de los ni�os. La infancia de millones de seres humanos sigue siendo destruida por la obligaci�n de trabajar en condiciones de peligro y explotaci�n, la venta y la trata de ni�os, incluidos adolescentes, y otras formas de maltrato, descuido, explotaci�n y violencia.

13.         La experiencia obtenida en el �ltimo decenio ha confirmado que las necesidades y los derechos de los ni�os deben ser prioritarias en todas las actividades de desarrollo. Cabe extraer muchas ense�anzas importantes: el cambio es posible, y los derechos de los ni�os constituyen un buen punto de partida; en las medidas normativas que se adopten hay que abordar tanto los factores inmediatos que afectan o excluyen a grupos de ni�os como las causas m�s generalizadas y profundas de la protecci�n insuficiente o de las violaciones de los derechos de los ni�os; es preciso llevar adelante intervenciones concretas que logren resultados r�pidos, prestando especial atenci�n a la sostenibilidad y los procesos de participaci�n; y en las actividades deben aprovecharse la fortaleza y la capacidad de adaptaci�n de los ni�os. Los programas multisectoriales centrados en la primera infancia, as� como el apoyo a las familias, en especial a las que est�n en situaci�n de alto riesgo, merecen un apoyo especial, ya que aportan beneficios duraderos al crecimiento, el desarrollo y la protecci�n de los ni�os.

 

 

�������������������� III.�� Plan de Acci�n

 

 

��������������������������� A.������ Creaci�n de un mundo apropiado para los ni�os

 

 

14.         Un mundo apropiado para los ni�os es aqu�l en que todos los ni�os adquieren la mejor base posible para su vida futura, tienen acceso a una ense�anza b�sica de calidad, incluida una educaci�n primaria obligatoria y gratuita para todos, y en el que todos los ni�os, incluidos los adolescentes, disfrutan de numerosas oportunidades para desarrollar su capacidad individual en un entorno seguro y propicio. Fomentaremos, como parte de las prioridades mundiales y nacionales, el desarrollo f�sico, psicol�gico, espiritual, social, emocional, cognitivo y cultural de los ni�os.

15.         La familia es la unidad b�sica de la sociedad y, como tal, debe reforzarse. La familia tiene derecho a recibir una protecci�n y un apoyo completos. La responsabilidad primordial de la protecci�n, la educaci�n y el desarrollo de los ni�os incumbe a la familia. Todas las instituciones de la sociedad deben respetar los derechos de los ni�os, asegurar su bienestar y prestar la asistencia apropiada a los padres, a las familias, a los tutores legales y a las dem�s personas encargadas del cuidado de los ni�os para que �stos puedan crecer y desarrollarse en un entorno seguro y estable y en un ambiente de felicidad, amor y comprensi�n, teniendo presente que en diferentes sistemas culturales, sociales y pol�ticos existen diversas formas de familia.

16.         Adem�s, reconocemos que un n�mero considerable de ni�os vive sin apoyo de sus padres, como los hu�rfanos, los ni�os que viven en la calle, los ni�os que son desplazados internos y refugiados, los ni�os v�ctimas de la trata y de la explotaci�n sexual y econ�mica, y los ni�os encarcelados. Es necesario adoptar medidas especiales en apoyo de esos ni�os y de las instituciones, los centros y los servicios que los atienden, as� como fomentar y fortalecer la capacidad de los ni�os para protegerse por s� mismos.

17.         Estamos decididos a fomentar el acceso de los padres, las familias, los tutores legales, las personas encargadas del cuidado de los ni�os y los propios ni�os a toda una gama de servicios e informaci�n que promuevan la supervivencia, el desarrollo, la protecci�n y la participaci�n de los ni�os.

18.         La pobreza cr�nica sigue siendo el mayor obst�culo para satisfacer las necesidades de los ni�os y proteger y promover sus derechos. Es necesario combatirla en todos los frentes, desde la prestaci�n de servicios sociales b�sicos hasta la creaci�n de oportunidades de empleo, desde la disponibilidad de microcr�dito hasta la inversi�n en infraestructura, y desde el alivio de la deuda hasta unas pr�cticas comerciales justas. Los ni�os son los m�s perjudicados por la pobreza porque los afecta en la ra�z misma de su potencial de desarrollo: su mente y su cuerpo en crecimiento. En consecuencia, la eliminaci�n de la pobreza y la reducci�n de las disparidades deben estar entre los objetivos principales de todas las iniciativas de desarrollo. Los objetivos y las estrategias acordados en las grandes conferencias de las Naciones Unidas celebradas recientemente, as� como su seguimiento, en particular la Cumbre del Milenio, ofrecen un marco internacional favorable para que las estrategias nacionales de reducci�n de la pobreza garanticen el goce y la protecci�n de los derechos de los ni�os y fomenten su bienestar.

19.         Reconocemos que la mundializaci�n y la interdependencia est�n abriendo nuevas oportunidades gracias al comercio, las corrientes de inversiones y de capital y los progresos tecnol�gicos, incluida la tecnolog�a de la informaci�n, para el crecimiento de la econom�a mundial, el desarrollo y el aumento de los niveles de vida en todo el mundo. Al mismo tiempo sigue habiendo graves problemas como las crisis financieras graves, la inseguridad, la pobreza, la exclusi�n y la desigualdad dentro de las sociedades y de unas sociedades a otras. Siguen existiendo considerables obst�culos para la mayor integraci�n y la plena participaci�n en la econom�a mundial de los pa�ses en desarrollo, en particular los pa�ses menos adelantados, as� como de algunos pa�ses con econom�as en transici�n. A menos que los beneficios del desarrollo social y econ�mico se extiendan a todos los pa�ses, un n�mero creciente de personas en todos los pa�ses, e incluso regiones enteras, quedar�n al margen de la econom�a mundial. Debemos actuar ahora para superar esos obst�culos que afectan a los pueblos y a los pa�ses y realizar todo el potencial de las oportunidades que se presentan en beneficio de todos, en particular de los ni�os. Estamos dedicados al logro de un sistema comercial y financiero multilateral abierto, equitativo, basado en normas, predecible y no discriminatorio. Las inversiones en educaci�n y formaci�n, entre otras cosas, ayudar�n a que los ni�os se beneficien de los grandes avances de la tecnolog�a de la informaci�n y las comunicaciones. La mundializaci�n ofrece oportunidades y desaf�os. Los pa�ses en desarrollo y los pa�ses con econom�as en transici�n afrontan dificultades especiales para responder a esos desaf�os y oportunidades. La mundializaci�n deber�a ser totalmente incluyente y equitativa, y existe una gran necesidad de pol�ticas y medidas en los planos nacional e internacional, formuladas y aplicadas con la participaci�n plena y eficaz de los pa�ses en desarrollo y los pa�ses con econom�as en transici�n, que les ayuden a responder con eficacia a esos desaf�os y oportunidades, asignando una alta prioridad al logro del progreso para los ni�os.

20.         La discriminaci�n genera un c�rculo vicioso de exclusi�n social y econ�mica y compromete la capacidad de los ni�os para desarrollarse plenamente. Haremos todo lo posible por eliminar la discriminaci�n contra los ni�os, tanto si se basa en la raza como en el color, el sexo, el idioma, la religi�n, la opini�n pol�tica o de otro tipo, el origen nacional, �tnico o social, la propiedad, la discapacidad, el nacimiento o cualquier otra condici�n del ni�o o de sus padres o tutores legales.

21.         Tomaremos todas las medidas necesarias para que los ni�os con discapacidad y los ni�os con necesidades especiales disfruten plenamente y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el acceso a la salud, a la educaci�n y a los servicios de esparcimiento; para velar por su dignidad; para fomentar su independencia; y para facilitar su participaci�n activa en la comunidad.

22.         En muchos pa�ses, los ni�os ind�genas y los ni�os que pertenecen a minor�as y a grupos vulnerables se encuentran en una inferioridad desproporcionada debido a todo tipo de discriminaci�n, incluida la discriminaci�n racial. Adoptaremos las mediadas necesarias para poner fin a la discriminaci�n, prestar a esos ni�os un apoyo especial y velar por que dispongan de acceso a los servicios en pie de igualdad.

23.         El logro de los objetivos para los ni�os, especialmente para las ni�as, estar�a m�s cercano si las mujeres gozaran plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, estuvieran facultadas para participar plenamente y en pie de igualdad en todas las esferas de la sociedad y estuvieran protegidas y libres de todas las formas de violencia, maltrato y discriminaci�n. Estamos decididos a eliminar todas las formas de discriminaci�n contra las ni�as a lo largo de su vida y a prestar atenci�n especial a sus necesidades, con el fin de fomentar y proteger todos sus derechos humanos, incluido su derecho a no ser sometidas a coacciones, pr�cticas nocivas o explotaci�n sexual. Fomentaremos la igualdad entre los g�neros y el acceso equitativo a los servicios sociales b�sicos, como la educaci�n, la nutrici�n, el cuidado de la salud, incluida la salud sexual y reproductiva, las vacunaciones, y la protecci�n contra las enfermedades que representan las principales causas de mortalidad, y adoptaremos una perspectiva de g�nero en todos los programas y pol�ticas de desarrollo.

24.         Reconocemos tambi�n la necesidad de hacer frente al cambiante papel que desempe�an los hombres en la sociedad como muchachos, adolescentes y padres, y las dificultades a que se enfrentan los muchachos en el mundo actual. Seguiremos fomentando la responsabilidad com�n de ambos progenitores en la educaci�n y el cuidado de los hijos y haremos cuanto sea posible para velar por que los padres tengan posibilidades de participar en la vida de sus hijos.

25.         Es imprescindible que los objetivos nacionales en pro de la infancia abarquen metas para reducir las disparidades, en particular las que se deben a la discriminaci�n por motivos de raza, entre ni�os y ni�as, entre los ni�os de las zonas urbanas y los de las zonas rurales, entre los ni�os ricos y los pobres y entre los ni�os con discapacidad y sin discapacidad.

26.         Para velar por la salud y el bienestar de los ni�os es necesario enfrentarse a varios problemas y tendencias ambientales, como el recalentamiento del planeta, el agotamiento de la capa de ozono, la contaminaci�n del aire, los desechos peligrosos, la exposici�n a productos qu�micos peligrosos y plaguicidas, el saneamiento insuficiente, la falta de higiene, el agua y los alimentos no aptos para el consumo y la vivienda inadecuada.

27.         Una vivienda adecuada favorece la integraci�n de la familia, contribuye a la equidad social y fortalece los sentimientos de pertenecer a un grupo, de seguridad y de solidaridad humana, que son esenciales para el bienestar de los ni�os. En consecuencia, asignaremos una alta prioridad a la tarea de resolver el problema de la escasez de vivienda y otras necesidades de infraestructura, especialmente para los ni�os que viven en zonas marginales periurbanas y en zonas rurales remotas.

28.         Tomaremos las medidas para ordenar nuestros recursos naturales y proteger y conservar nuestro medio ambiente de una forma sostenible. Nos esforzaremos por modificar las pautas de producci�n y consumo insostenibles, teniendo presentes principios, incluido, entre otros, el principio de que, en vista de las diferentes contribuciones a la degradaci�n mundial y ambiental, los Estados tienen responsabilidades comunes, aunque diferenciadas. Ayudaremos a inculcar en todos los ni�os y adultos el respeto del medio natural en bien de su salud y su bienestar.

29.         La Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o y sus Protocolos Facultativos contienen un conjunto amplio de normas jur�dicas internacionales para la protecci�n y el bienestar de los ni�os. Reconocemos tambi�n la importancia de otros instrumentos internacionales pertinentes para los ni�os. Los principios generales relativos, entre otros, al inter�s superior del ni�o, la no discriminaci�n, la participaci�n y la supervivencia y el desarrollo constituyen el marco para nuestras actividades relacionadas con los ni�os, incluidos los adolescentes. Instamos a todos los pa�ses a que consideren, con car�cter prioritario, la posibilidad de firmar y ratificar la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o y sus Protocolos Facultativos, as� como los Convenios 138 y 182 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo, o adherirse a ellos. Instamos a los Estados Partes a que cumplan a cabalidad sus obligaciones con arreglo a la Convenci�n, a que retiren las reservas que sean incompatibles con el objeto y el prop�sito de la Convenci�n y a que consideren la posibilidad de examinar las reservas con miras a retirarlas.

30.         Expresamos nuestra satisfacci�n por la entrada en vigor de los Protocolos Facultativos de la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o relativos a la participaci�n de ni�os en los conflictos armados y a la venta de ni�os, la prostituci�n infantil y la utilizaci�n de ni�os en la pornograf�a, e instamos a los Estados Partes a que los cumplan cabalmente.

31.         Nosotros, los gobiernos que participamos en el per�odo extraordinario de sesiones, nos comprometemos a aplicar el Plan de Acci�n considerando la posibilidad de adoptar medidas como las siguientes:

���������� a)������ Poner en pr�ctica, seg�n proceda, leyes, pol�ticas y planes de acci�n nacionales eficaces y asignar recursos para realizar y proteger los derechos de los ni�os y asegurar su bienestar;

���������� b)������ Establecer o fortalecer �rganos nacionales, como, entre otros, mediadores independientes que defiendan los derechos de los ni�os, cuando proceda, u otras instituciones para promover y proteger los derechos de los ni�os;

���������� c)������ Elaborar sistemas nacionales de vigilancia y evaluaci�n para evaluar los efectos de las medidas que hayamos adoptado en relaci�n con los ni�os;

���������� d)������ Fomentar la conciencia y la comprensi�n generalizadas de los derechos del ni�o.

 

��������������������������� Colaboraci�n y participaci�n

 

32.         Para aplicar el presente Plan de Acci�n, fortaleceremos nuestra colaboraci�n con las instancias que figuran m�s abajo, que est�n en condiciones de aportar contribuciones especiales, y alentaremos el empleo de todas las posibilidades de participaci�n para promover nuestra causa com�n, el bienestar de los ni�os y el fomento y la protecci�n de sus derechos:

���������� 1.������� Debe facultarse a los ni�os, incluidos los adolescentes, para que ejerzan su derecho de expresar libremente sus opiniones, de acuerdo con su capacidad en evoluci�n, desarrollar su autoestima y adquirir conocimientos y aptitudes, como los necesarios para la resoluci�n de conflictos, la toma de decisiones y la comunicaci�n con los dem�s, a fin de hacer frente a los desaf�os de la vida. Debe respetarse y fomentarse el derecho de los ni�os, incluidos los adolescentes, a expresarse libremente, y sus opiniones deben tenerse en cuenta en todos los asuntos que les afecten, d�ndose la debida importancia a esas opiniones en funci�n de la edad y la madurez de los ni�os. Es preciso fomentar la energ�a y la creatividad de los ni�os y los j�venes para que puedan tomar parte activa en la configuraci�n de su entorno, la sociedad en que viven y el mundo que van a heredar. Es preciso prestar atenci�n y apoyo a los ni�os desfavorecidos y marginados, incluidos especialmente los adolescentes, para que puedan acceder a los servicios b�sicos, desarrollar su autoestima y prepararse para hacerse cargo de su propia vida. Haremos cuanto sea posible por elaborar y aplicar programas para fomentar la genuina participaci�n de los ni�os, incluidos los adolescentes, en los procesos de adopci�n de decisiones, incluso en las familias, en las escuelas y en los planos nacional y local.

���������� 2.������� Los padres, las familias, los tutores legales y las dem�s personas encargadas del cuidado de los ni�os tienen el papel y la responsabilidad primordiales con respecto al bienestar de los ni�os, por lo que debe prest�rseles apoyo en el desempe�o de sus deberes de crianza. Todos nuestros programas y pol�ticas deber�n fomentar la responsabilidad compartida de los padres, las familias, los tutores legales y las dem�s personas encargadas de atender a los ni�os y del conjunto de la sociedad en ese sentido.

���������� 3.������� Los gobiernos y autoridades locales, mediante, entre otras cosas, el fortalecimiento de la colaboraci�n a todos los niveles, pueden lograr que los ni�os sean el centro de los programas de desarrollo. Mediante el aprovechamiento de las iniciativas en curso, como las de comunidades que protejan a los ni�os y de ciudades sin barrios de tugurios, los alcaldes y los dirigentes locales pueden mejorar significativamente la vida de los ni�os.

���������� 4.������� Los parlamentarios y los miembros de las c�maras legislativas son los elementos clave para la aplicaci�n de este plan de acci�n, para cuyo �xito deber�n fomentar la toma de conciencia; promulgar las leyes necesarias; facilitar y asignar los recursos financieros que se necesitan para este fin; y supervisar su utilizaci�n eficaz.

���������� 5.������� Las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones de base comunitaria recibir�n apoyo en su trabajo y se establecer�n mecanismos, seg�n proceda, para facilitar la participaci�n de la sociedad civil en los asuntos re�lacionados con los ni�os. Los agentes de la sociedad civil tienen una funci�n especial que desempe�ar en el fomento y apoyo de comportamientos positivos y en la creaci�n de un entorno propicio para el bienestar de los ni�os.

���������� 6.������� El sector privado y las empresas tienen una contribuci�n especial que aportar, desde la aprobaci�n y adopci�n de pr�cticas que demuestren responsabilidad social hasta el suministro de recursos, incluidas fuentes innovadoras de financiaci�n y programas de mejoras de las comunidades que beneficien a los ni�os, como el microcr�dito.

���������� 7.������� Los dirigentes religiosos, espirituales, culturales e ind�genas, con su gran ascendiente, deben desempe�ar un papel fundamental como agentes de primera l�nea en favor de los ni�os para ayudar a traducir las metas y objetivos del presente Plan de Acci�n en prioridades para sus comunidades y a los fines de movilizar e inspirar a las personas para que tomen medidas en favor de los ni�os.

���������� 8.������� Los medios de comunicaci�n y sus organizaciones tienen un papel esencial que desempe�ar en la sensibilizaci�n acerca de la situaci�n de los ni�os y de los problemas a que �stos se enfrentan; adem�s, deben desempe�ar un papel m�s activo en cuanto a informar a los ni�os, los padres, las familias y el p�blico en general acerca de las iniciativas para proteger y fomentar los derechos de los ni�os; deben, adem�s, contribuir a los programas educativos destinados a los ni�os. A este respecto, los medios de comunicaci�n deben prestar atenci�n a la influencia que ejercen en los ni�os.

���������� 9.������� Debe alentarse a las organizaciones regionales e internacionales, en particular a todos los �rganos de las Naciones Unidas, as� como a las instituciones de Bretton Woods y otros organismos multilaterales, a que colaboren y desempe�en un papel esencial para conseguir y acelerar progresos en favor de los ni�os.

���������� 10.����� Las personas que trabajan directamente con los ni�os tienen una gran responsabilidad. Es importante mejorar su condici�n social, su moral y su profesionalismo.

 

��������������������������� B.������ Objetivos, estrategias y actividades

 

33.         Desde la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, las grandes cumbres y conferencias de las Naciones Unidas, as� como sus mecanismos de examen, han recogido muchos de los objetivos y metas pertinentes para la infancia. Reafirmamos en�rgicamente nuestra determinaci�n de alcanzar esas metas y objetivos y de ofrecer a esta generaci�n y a las futuras generaciones de ni�os las oportunidades que fueron denegadas a sus padres. Como medida para sentar una base firme que permita alcanzar los objetivos internacionales de desarrollo previstos para 2015 y las metas de la Cumbre del Milenio, decidimos cumplir las metas y objetivos a�n no alcanzados, as� como un conjunto coherente de metas y objetivos intermedios en el curso del presente decenio (2000-2010) en las siguientes esferas de acci�n prioritarias.

34.         Teniendo en cuenta el inter�s superior del ni�o, nos comprometemos a aplicar las siguientes metas, estrategias y actividades, adaptadas, seg�n proceda, a la situaci�n concreta de cada pa�s y las diversas situaciones y circunstancias en diferentes regiones y pa�ses del mundo entero.

 

��������������������������� 1.������ Promoci�n de una vida sana

 

35.         Como resultado de la pobreza y la falta de acceso a los servicios sociales b�sicos, todos los a�os mueren m�s de 10 millones de ni�os menores de 5 a�os, casi la mitad de ellos en el per�odo neonatal, a causa de enfermedades prevenibles y malnutrici�n. Las complicaciones durante el embarazo y el parto, as� como la anemia y la malnutrici�n de las madres, causan cada a�o la muerte de m�s de medio mill�n de mujeres y adolescentes, y ocasionan lesiones e incapacidad a muchas m�s. M�s de 1.000 millones de personas no disponen de agua potable, 150 millones de ni�os menores de 5 a�os sufren malnutrici�n y m�s de 2.000 millones de personas carecen de acceso a servicios de saneamiento adecuados.

36.         Estamos decididos a romper el ciclo intergeneracional de malnutrici�n y la mala salud procurando que todos los ni�os comiencen la vida en condiciones de seguridad y de buena salud; proporcionando a todas las comunidades acceso a sistemas de atenci�n primaria de la salud efectivos, equitativos y estables; garantizando el acceso a los servicios de informaci�n y consulta; proporcionando servicios adecuados de abastecimiento de agua y saneamiento, y promoviendo h�bitos de vida sanos entre los ni�os y los adolescentes. En consecuencia, resolvemos lograr los siguientes objetivos, de conformidad con los resultados de recientes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas y per�odos extraordinarios de sesiones de la Asamblea General, recogidos en los informes respectivos:

���������� a)������ Reducir al menos en un tercio la tasa de mortalidad infantil y de ni�os menores de 5 a�os, como un primer paso hacia la meta de reducirla en dos tercios para 2015;

���������� b)������ Reducir al menos en un tercio la tasa de mortalidad materna, como un primer paso hacia la meta de reducirla en tres cuartas partes para 2015;

���������� c)������ Reducir al menos en un tercio la malnutrici�n de los ni�os menores de 5 a�os de edad, prestar especial atenci�n a los ni�os menores de 2 a�os de edad y reducir al menos en un tercio la tasa actual de casos de bajo peso al nacer;

���������� d)������ Reducir al menos en un tercio el n�mero de hogares que no tienen acceso a servicios higi�nicos de saneamiento y de agua potable a precios asequibles;

���������� e)������ Formular y aplicar pol�ticas y programas nacionales de desarrollo del ni�o en la primera infancia para promover el desarrollo f�sico, social, emocional, espiritual y cognitivo de los ni�os;

���������� f)������� Elaborar y ejecutar pol�ticas y programas nacionales de salud para los adolescentes, as� como los objetivos e indicadores correspondientes, para promover su salud mental y f�sica;

���������� g)������ Dar acceso cuanto antes, a m�s tardar en el a�o 2015, a servicios de salud reproductiva a todas las personas de edad apropiada, por conducto de los sistemas de atenci�n primaria de la salud.

37.         Para alcanzar esos objetivos y metas, teniendo en cuenta los intereses supremos del ni�o, en consonancia con las legislaciones nacionales, los valores religiosos y �ticos y los antecedentes culturales de su pueblo y de conformidad con todos los derechos humanos y libertades fundamentales, aplicaremos las estrategias y medidas siguientes:

���������� 1.������� Lograr que la reducci�n de la morbilidad y la mortalidad maternas y neonaturales constituya una prioridad del sector de la salud y que las mujeres, en particular las adolescentes embarazadas, tengan f�cil acceso, a precios asequibles, a cuidados obst�tricos esenciales, servicios de salud materna bien equipados y dotados del personal adecuado, asistencia calificada en los partos, asistencia obst�trica de urgencia, remisi�n y trasladado efectivos a niveles de atenci�n superiores cuando sea necesario, atenci�n despu�s del parto y planificaci�n de la familia, a fin de, entre otras cosas, promover la seguridad en la maternidad.

���������� 2.������� Proporcionar a todos los ni�os servicios de salud, educaci�n e informaci�n que sean apropiados, comprensibles y de alta calidad.

���������� 3.������� Abordar efectivamente, para todas las personas de la edad apropiada, la promoci�n de una vida sana, incluyendo su salud reproductiva y sexual, en consonancia con los compromisos y los resultados de las conferencias y cumbres recientes de las Naciones Unidas, en particular la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la Conferencia Internacional sobre la Poblaci�n y el Desarrollo, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, sus ex�menes respectivos efectuados cinco a�os despu�s y los informes correspondientes.

���������� 4.������� Fomentar la salud y la supervivencia de los ni�os y reducir cuanto antes las disparidades entre los pa�ses desarrollados y los pa�ses en desarrollo, y dentro de los distintos pa�ses, prestando especial atenci�n a la eliminaci�n del exceso prevenible de mortalidad entre las lactantes y ni�as peque�as.

���������� 5.������� Proteger, promover y apoyar la lactancia materna exclusiva durante seis meses y la lactancia materna con alimentos complementarios seguros, apropiados y adecuados hasta la edad de 2 a�os o incluso m�s tarde. Ofrecer asesoramiento sobre la alimentaci�n de los lactantes a las madres que viven con el VIH/SIDA, a fin de que puedan adoptar decisiones libres y bien fundadas.

���������� 6.������� Debe hacerse especial hincapi� en la atenci�n pre y postnatal, los cuidados obst�tricos esenciales y la atenci�n de los reci�n nacidos, especialmente de los que viven en zonas sin acceso a servicios.

���������� 7.������� Garantizar la inmunizaci�n total del 90% de los ni�os menores de 1 a�o a escala nacional, con una cobertura de al menos un 80% en cada distrito o unidad administrativa equivalente; reducir a la mitad las muertes causadas por el sarampi�n para el a�o 2005; erradicar el t�tanos materno y neonatal para el a�o 2005; y extender los beneficios de las vacunas nuevas y mejoradas y otras medidas sanitarias preventivas a los ni�os de todos los pa�ses.

���������� 8.������� Certificar la eliminaci�n mundial de la poliomielitis para el a�o 2005.

���������� 9.������� Erradicar la dracunculosis.

���������� 10.����� Reforzar el desarrollo del ni�o en la primera infancia proporcionando servicios y apoyo apropiados a los padres, incluidos los padres con disca�pacidad, las familias, los tutores legales y los encargados del cuidado de los ni�os, especialmente durante el embarazo, el parto, el per�odo neonatal y la primera infancia, para garantizar el desarrollo f�sico, psicol�gico, social, espiritual y cognitivo de los ni�os.

���������� 11.����� Intensificar las medidas eficaces en funci�n de los costos ya conocidas contra las enfermedades y la malnutrici�n, que son las causas principales de la mortalidad y la morbilidad infantil, incluso reduciendo en una tercera parte la mortalidad debida a las infecciones agudas de las v�as respiratorias; reduciendo a la mitad la mortalidad causada por diarrea entre los ni�os menores de 5 a�os; reduciendo a la mitad las muertes causadas por la tuberculosis y su prevalencia; y reduciendo la incidencia de los par�sitos intestinales, las infecciones de transmisi�n sexual; el VIH/SIDA y todas las formas de hepatitis, y garantizar un acceso asequible a medidas eficaces, en especial en las zonas o poblaciones muy marginadas.

���������� 12.����� Reducir a la mitad la carga de las enfermedades relacionadas con el paludismo y garantizar que el 60% de todas las poblaciones expuestas al paludismo, especialmente las mujeres y los ni�os, duerman con mosquiteros tratados con insecticida.

���������� 13.����� Mejorar la nutrici�n de madres y ni�os, incluidos los adolescentes, la seguridad alimentaria en el hogar, el acceso a los servicios sociales b�sicos y a cuidados adecuados.

���������� 14.����� Prestar apoyo a las poblaciones y a los pa�ses que padecen de una grave escasez de alimentos y de hambre generalizada.

���������� 15.����� Fortalecer los sistemas de salud y educaci�n y ampliar los sistemas de seguridad social para aumentar el acceso a servicios integrados y eficaces de salud, nutrici�n y atenci�n infantil en las familias, las comunidades, las escuelas y los centros de atenci�n primaria de la salud, incluida una r�pida atenci�n a las ni�as y los ni�os marginados.

���������� 16.����� Reducir las lesiones de los ni�os debidas a accidentes u otras causas mediante la formulaci�n y aplicaci�n de medidas preventivas adecuadas.

���������� 17.����� Garantizar el acceso efectivo de los ni�os con discapacidad y con necesidades especiales a servicios integrados, incluida la rehabilitaci�n y la atenci�n de salud, y promover la atenci�n basada en la familia y los sistemas de apoyo adecuados para las familias, los tutores legales y los encargados del cuidado de esos ni�os.

���������� 18.����� Proporcionar ayuda especial a los ni�os que padecen trastornos mentales o psicol�gicos.

���������� 19.����� Promover la salud f�sica, mental y emocional de los ni�os, incluidos los adolescentes, por medio del juego, los deportes, actividades de esparcimiento y la expresi�n art�stica y cultural.

���������� 20.����� Elaborar y ejecutar pol�ticas y programas para ni�os, incluidos los adolescentes, para prevenir el consumo de estupefacientes, sustancias psicotr�picas e inhalantes, salvo con fines m�dicos, y para reducir las consecuencias adversas de su uso indebido, y apoyar pol�ticas y programas de prevenci�n, especialmente contra el tabaco y el alcohol.

���������� 21.����� Elaborar pol�ticas y programas dirigidos a los ni�os, incluidos los adolescentes, para reducir la violencia y el n�mero de suicidios.

���������� 22.����� Lograr la eliminaci�n sostenible de los trastornos debidos a la carencia de yodo para el a�o 2005 y de la carencia de vitamina A para 2010; reducir en una tercera parte la prevalencia de la anemia, incluida la carencia de hierro, para el a�o 2010, y avanzar m�s r�pidamente hacia la reducci�n de otras carencias de micronutrientes mediante la diversificaci�n del r�gimen alimentario, el enriquecimiento de los alimentos y el uso de suplementos.

���������� 23.����� Al intentar garantizar el acceso universal al agua potable y a un saneamiento adecuado, prestar mayor atenci�n al fomento de la capacidad de las familias y las comunidades para gestionar los sistemas existentes y promover cambios de comportamiento mediante actividades de educaci�n sobre la salud y la higiene.

���������� 24.����� Eliminar toda disparidad en materia de salud y de acceso a los servicios sociales b�sicos, incluidos los servicios de atenci�n de la salud, que sufran los ni�os ind�genas y los ni�os pertenecientes a minor�as.

���������� 25.����� Elaborar legislaci�n, pol�ticas y programas, seg�n proceda, en el plano nacional y aumentar la cooperaci�n internacional para evitar, entre otras cosas, que los ni�os se vean expuestos a contaminantes ambientales nocivos en el aire, el agua, el suelo y los alimentos.

 

��������������������������� 2.������ Acceso a una educaci�n de calidad

 

38.         La educaci�n es un derecho humano y un factor fundamental para reducir la pobreza y el trabajo infantil y promover la democracia, la paz, la tolerancia y el desarrollo. A pesar de ello, m�s de 100 millones de ni�os en edad escolar, en su mayor�a ni�as, no est�n matriculados en las escuelas. Millones de ni�os reciben instrucci�n de maestros sin capacitaci�n y mal pagados, hacinados en aulas insalubres y mal equipadas, y un tercio de los ni�os del mundo no llega a cumplir cinco a�os de escolarizaci�n, el m�nimo necesario para adquirir conocimientos b�sicos.

39.         Seg�n lo acordado en el Foro Mundial sobre la Educaci�n celebrado en Dakar, en que se reafirm� el mandato de la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Educaci�n, la Ciencia y la Cultura de coordinar la iniciativa �Educaci�n para todos� y de mantener el impulso colectivo del proceso cuyo objeto es garantizar la educaci�n b�sica, asignaremos alta prioridad a la tarea de garantizar que para el a�o 2015 todos los ni�os tengan acceso a una ense�anza primaria de buena calidad, gratuita y obligatoria y terminen sus estudios. Procuraremos tambi�n ampliar progresivamente la ense�anza secundaria. Como un paso hacia el logro de estas metas, resolvemos lograr los objetivos siguientes:

���������� a)������ Ampliar y mejorar el cuidado y la educaci�n integral del ni�o y la ni�a en la primera infancia, especialmente respecto de los ni�os m�s vulnerables y desfavorecidos;

���������� b)������ Reducir en un 50% el n�mero de ni�os en edad escolar que no est�n matriculados y aumentar la tasa neta de la matr�cula en la ense�anza primaria o de la participaci�n en programas de educaci�n primaria no tradicionales de buena calidad al menos a un 90% para el a�o 2010;

���������� c)������ Eliminar las disparidades entre los sexos en la ense�anza primaria y la secundaria para el a�o 2005 y conseguir la igualdad entre los g�neros en materia de educaci�n para el a�o 2015 poniendo especial cuidado en que las ni�as, en igualdad de condiciones, tengan pleno acceso a una educaci�n b�sica de buena calidad y puedan aprovecharla plenamente;

���������� d)������ Mejorar la calidad de la ense�anza b�sica en todos sus aspectos, a fin de que los ni�os y los j�venes logren resultados comprobados y cuantificables, especialmente en el aprendizaje de las matem�ticas y de la lectura y la escritura, y adquieran conocimientos que los preparen para la vida;

���������� e)������ Velar por que se atiendan las necesidades educativas de todos los j�venes mediante el acceso a programas apropiados de ense�anza b�sica y de conocimientos que los preparen para la vida;

���������� f)������� Conseguir para 2015, a m�s tardar, un avance del 50% en los �ndices de alfabetizaci�n de adultos, especialmente en lo que respecta a las mujeres.

40.         A fin de lograr estos objetivos y metas, aplicaremos las estrategias y medidas siguientes:

���������� 1.������� Formular y aplicar estrategias especiales para que todos los ni�os y adolescentes tengan f�cil acceso a la escolarizaci�n y para que la educaci�n b�sica sea econ�micamente asequible a todas las familias.

���������� 2.������� Promover programas innovadores para alentar a las escuelas y comunidades a que pongan m�s empe�o en localizar a los ni�os que han abandonado los estudios o han sido excluidos de las escuelas y de la ense�anza, especialmente a las ni�as, as� como a los ni�os y ni�as que trabajan, los ni�os con necesidades especiales y los ni�os con discapacidad, y les ayuden a matricularse, a asistir a la escuela y a terminar con �xito sus estudios. En estos programas, los gobiernos, las familias, las comunidades y las organizaciones no gubernamentales deber�an participar como asociados del proceso educativo. Deben adoptarse medidas especiales para evitar y reducir la deserci�n escolar debida, entre otras cosas, al ingreso en el empleo.

���������� 3.������� Colmar la brecha entre la educaci�n acad�mica y no acad�mica, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar la buena calidad de los servicios educativos, incluida la competencia de quienes los presten, y reconociendo que con la educaci�n no acad�mica y los m�todos no tradicionales se logran experiencias positivas. Adem�s, organizar la complementariedad de estos dos sistemas de educaci�n.

���������� 4.������� Garantizar que todos los programas de educaci�n b�sica sean plenamente accesibles a los ni�os con necesidades especiales de aprendizaje y con diversas formas de discapacidad y atiendan a esas necesidades.

���������� 5.������� Velar por que los ni�os ind�genas y los ni�os pertenecientes a minor�as tengan acceso a una educaci�n de buena calidad en condiciones de igualdad con los dem�s ni�os. Deber� procurarse que esta educaci�n se imparta de forma de respetar sus tradiciones culturales. Tambi�n deber� procurarse ofrecer a los ni�os ind�genas y a los ni�os pertenecientes a minor�as oportunidades educacionales que les permitan comprender y conservar su identidad cultural, incluidos elementos tales como su idioma y sus valores.

���������� 6.������� Formular y aplicar estrategias especiales para mejorar la calidad de la educaci�n y satisfacer las necesidades de aprendizaje de todos.

���������� 7.������� Crear, en colaboraci�n con los ni�os, entornos favorables al aprendizaje en que se sientan seguros, est�n protegidos de los malos tratos y la discriminaci�n y se les estimule a aprender. Velar por que los programas de estudio y el material did�ctico reflejen plenamente la importancia de promover y proteger los derechos humanos y los valores concernientes a la paz, la tolerancia y la igualdad de los g�neros, aprovechando al m�ximo las oportunidades que ofrece el Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los ni�os del mundo (2001-2010).

���������� 8.������� Consolidar la atenci�n y la educaci�n en la primera infancia prestando servicios y elaborando y prestando apoyo a los programas orientados a las familias, los tutores legales, los encargados de cuidar a los ni�os y las comunidades.

���������� 9.������� Brindar a los adolescentes oportunidades de ense�anza y formaci�n que les permitan adquirir los medios necesarios para ganarse la vida de forma segura.

���������� 10.����� Dise�ar, cuando sea procedente, y llevar a la pr�ctica programas que permitan a las adolescentes embarazadas y a las madres adolescentes continuar y concluir su educaci�n.

���������� 11.����� Fomentar la elaboraci�n y ejecuci�n permanentes de programas para los ni�os, incluidos los adolescentes, en particular en las escuelas, para prevenir y desalentar el consumo de tabaco y de alcohol; y detectar, contrarrestar y prevenir el tr�fico y el consumo de estupefacientes y sustancias psicotr�picas, salvo con fines m�dicos, entre otras cosas, promoviendo campa�as de informaci�n en los medios de comunicaci�n sobre los efectos perjudiciales de esas sustancias y los peligros de la adicci�n, y adoptando las medidas necesarias para eliminar las causas fundamentales de ese fen�meno.

���������� 12.����� Promover programas innovadores que ofrezcan incentivos a las familias de bajos ingresos con ni�os en edad escolar, a fin de aumentar la matr�cula y la asistencia a la escuela de los ni�os y las ni�as, y garantizar que no se vean obligados a trabajar en una medida que entorpezca su educaci�n.

���������� 13.����� Elaborar y ejecutar programas especiales para eliminar las disparidades existentes en la matr�cula escolar entre ni�os y ni�as, as� como la discriminaci�n y los estereotipos basados en el g�nero que se observen en los sistemas de ense�anza, planes de estudio y material did�ctico, tanto si se deben a pr�cticas discriminatorias y actitudes sociales o culturales, como a factores jur�dicos y econ�micos.

���������� 14.����� Mejorar la posici�n social y la capacitaci�n de los maestros, incluidos los educadores de ni�os peque�os, y estimular su entusiasmo y profesionalidad, velando por que reciban una remuneraci�n adecuada y por que se les brinden oportunidades e incentivos para su perfeccionamiento.

���������� 15.����� Establecer a nivel de las escuelas, la comunidad y el pa�s, sistemas responsables y participativos de administraci�n y gesti�n de la ense�anza que respondan a las necesidades de los ni�os.

���������� 16.����� Atender a las necesidades de aprendizaje especiales de los ni�os afectados por crisis, en particular asegurando que se imparta educaci�n durante las crisis y despu�s de ellas, y poner en pr�ctica programas de ense�anza para promover una cultura de paz que ayuden a prevenir la violencia y los conflictos y a promover la rehabilitaci�n de las v�ctimas.

���������� 17.����� Proporcionar instalaciones y oportunidades de acceso a actividades deportivas y de recreaci�n en las escuelas y comunidades.

���������� 18.����� Aprovechar los r�pidos adelantos de la tecnolog�a de la informaci�n y las comunicaciones para contribuir a que se imparta educaci�n a un costo asequible, incluidas la educaci�n abierta y a distancia, y reducir las desigualdades en el acceso a la educaci�n y en su calidad.

���������� 19.����� Elaborar estrategias para reducir las repercusiones del VIH/SIDA en los sistemas de ense�anza y las escuelas, en los alumnos y en el aprendizaje.

 

��������������������������� 3.������ Necesidad de proteger a los ni�os de los malos tratos, la explotaci�n y la violencia

 

41.         Cientos de millones de ni�os sufren y mueren a causa de la guerra, la violencia, la explotaci�n, el abandono y todas las formas de abuso y discriminaci�n. En todas partes del mundo hay ni�os que viven en circunstancias especialmente dif�ciles: permanentemente discapacitados o gravemente lesionados a causa de conflictos armados; desplazados internos o expulsados de sus pa�ses como refugiados; que sufren de desastres naturales y desastres provocados por el hombre, incluidos peligros tales como la exposici�n a la radiaci�n o a productos qu�micos peligrosos; como hijos de trabajadores migrantes y otros grupos desfavorecidos socialmente; como v�ctimas del racismo, la discriminaci�n racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.

���������� La trata, el contrabando, la explotaci�n f�sica y sexual y el secuestro, al igual que la explotaci�n econ�mica de los ni�os, incluso en sus formas peores, son una realidad cotidiana para los ni�os en todas las regiones del mundo, mientras que la violencia dom�stica y la violencia sexual contra las mujeres y los ni�os siguen siendo problemas graves.

���������� En varios pa�ses, las sanciones econ�micas han tenido repercusiones sociales y humanitarias sobre la poblaci�n civil, en particular las mujeres y los ni�os.

42.         En algunos pa�ses, la situaci�n de los ni�os se ve afectada por medidas unilaterales, no compatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, que crean obst�culos a las relaciones comerciales entre los Estados, impiden la plena realizaci�n del desarrollo econ�mico y social y comprometen el bienestar de la poblaci�n de los pa�ses afectados, con consecuencias que se dejan sentir, en especial, en las mujeres y los ni�os, incluidos los adolescentes.

43.         Los ni�os tienen derecho a ser protegidos de todas las formas de maltrato, abandono, explotaci�n y violencia. Las sociedades deben eliminar toda forma de violencia contra los ni�os. En consecuencia, resolvemos:

���������� a)������ Proteger a los ni�os de todas las formas de maltrato, abandono, explotaci�n y violencia;

���������� b)������ Proteger a los ni�os de las consecuencias de los conflictos armados y garantizar el cumplimiento del derecho internacional humanitario y de los instrumentos de derechos humanos;

���������� c)������ Proteger a los ni�os de todas las formas de explotaci�n sexual, incluida la pedofilia, la trata de personas y los secuestros;

���������� d)������ Tomar medidas efectivas de inmediato para eliminar las peores formas de trabajo infantil, estipuladas en el Convenio No. 182 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo, y elaborar y aplicar estrategias para eliminar el trabajo infantil que contravenga las normas internacionales aceptadas;

���������� e)������ Mejorar la suerte de millones de ni�os que viven en circunstancias especialmente dif�ciles.

44.         Para lograr esos objetivos aplicaremos las estrategias y medidas siguientes:

 

��������������������������� Protecci�n general

 

���������� 1.������� Establecer sistemas que garanticen el registro de todos los ni�os al nacer o poco despu�s de ello, as� como el ejercicio de su derecho a tener nombre y nacionalidad, de conformidad con la legislaci�n nacional y los instrumentos internacionales pertinentes.

���������� 2.������� Alentar a todos los pa�ses a que aprueben y hagan cumplir leyes y a que mejoren la aplicaci�n de las pol�ticas y los programas encaminados a proteger a los ni�os de todo tipo de violencia, falta de cuidados, maltrato y explotaci�n, ya sea en el hogar, en la escuela u otras instituciones, en el lugar de trabajo o en la comunidad.

���������� 3.������� Adoptar medidas especiales para eliminar la discriminaci�n contra los ni�os por motivos de raza, color, sexo, idioma, religi�n, opini�n pol�tica o de otro tipo, origen nacional, �tnico o social, bienes, discapacidad, nacimiento u otra condici�n y garantizar que tengan igualdad de acceso a la educaci�n, la salud y los servicios sociales b�sicos.

���������� 4.������� Poner fin a la impunidad de los delitos contra los ni�os enjuiciando a los autores y dando a conocer las penas aplicables a esos delitos.

���������� 5.������� Emprender acciones con vista a la anulaci�n de, y abstenerse de la adopci�n de medidas unilaterales, las cuales no son compatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, que impiden la realizaci�n plena del desarrollo econ�mico y social de la poblaci�n de los pa�ses afectados, especialmente las mujeres y los ni�os, y que perjudican su bienestar y obstaculizan el pleno disfrute de sus derechos humanos, incluido el derecho de todas las personas a alcanzar un nivel de vida adecuado para su salud y bienestar y su derecho a la alimentaci�n, la atenci�n m�dica y los servicios sociales necesarios. Asegurar que los alimentos y las medicinas dejen de usarse como instrumento de presi�n pol�tica.

���������� 6.������� Crear conciencia respecto de la ilegalidad y las consecuencias perniciosas de no proteger a los ni�os de la violencia, el maltrato y la explotaci�n.

���������� 7.������� Promover el establecimiento de servicios de prevenci�n, apoyo y atenci�n, as� como de sistemas judiciales especiales para ni�os que tengan en cuenta los principios de la justicia restitutiva y salvaguardar plenamente los derechos de los ni�os y proporcionar personal especializado que facilite la reinserci�n de los ni�os en la sociedad.

���������� 8.������� Proteger a los ni�os de la tortura y de otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes. Exhortar a los gobiernos de todos los Estados, en particular los Estados en los que no se ha abolido la pena de muerte, a que cumplan las obligaciones que han asumido en virtud de las disposiciones pertinentes de los instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos, incluyendo en particular los art�culos 37 y 40 de la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o y los art�culos 6 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol�ticos.

���������� 9.������� Poner fin a las pr�cticas tradicionales o consuetudinarias perjudiciales, tales como el matrimonio forzoso y a edad temprana y la mutilaci�n genital femenina, que transgreden los derechos de los ni�os y las mujeres.

���������� 10������ .Establecer mecanismos para proporcionar protecci�n y asistencia especiales a los ni�os que no tengan qui�n los cuide.

���������� 11.����� Adoptar y aplicar pol�ticas de prevenci�n, as� como de protecci�n, rehabilitaci�n y reinserci�n, para los ni�os que viven en condiciones sociales desfavorables y que est�n expuestos a riesgos, incluidos los hu�rfanos, los ni�os abandonados, los hijos de trabajadores migratorios, los ni�os que trabajan o viven en la calle y los ni�os que viven en condiciones de extrema pobreza, y garantizar su acceso a la ense�anza, la atenci�n de la salud y los servicios sociales, seg�n corresponda.

���������� 12.����� Proteger a los ni�os de las pr�cticas ilegales de adopci�n y colocaci�n en hogares de guarda que sean ilegales, los hagan v�ctimas de explotaci�n o no responden a sus mejores intereses.

���������� 13.����� Encontrar soluci�n a los casos de secuestro internacional de ni�os por el padre o la madre.

���������� 14.����� Combatir y prevenir la utilizaci�n de ni�os, incluidos los adolescentes, en la producci�n y el tr�fico il�citos de estupefacientes y sustancias psicotr�picas.

���������� 15.����� Promover programas amplios para contrarrestar las actividades en que se utilice a los ni�os, incluidos los adolescentes, en la producci�n y el tr�fico de estupefacientes y sustancias psicotr�picas.

���������� 16.����� Dar acceso y tratamiento a los ni�os, incluidos los adolescentes, que sufran de narcodependencia o de dependencia de sustancias psicotr�picas, inhalantes y alcohol.

���������� 17.����� Proporcionar protecci�n y asistencia a los refugiados y las personas desplazadas internamente, la mayor�a de los cuales son mujeres y ni�os, de conformidad con el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario.

���������� 18.����� Velar por que los ni�os afectados por desastres naturales reciban una asistencia humanitaria eficaz sin demora contrayendo el compromiso de mejorar los planes para casos imprevistos y de preparaci�n para emergencias, y por que se les preste la mayor asistencia y protecci�n posibles para ayudarlos a reanudar una vida normal cuanto antes.

���������� 19.����� Fomentar las medidas para proteger a los ni�os de los sitios en la Web de �ndole violenta o da�ina y de los programas y juegos inform�ticos que influyan negativamente en su desarrollo psicol�gico, teniendo en cuenta las responsabilidades de la familia, los padres, los tutores legales y las personas encargadas de cuidar a los ni�os.

 

��������������������������� Protecci�n contra los conflictos armados

 

���������� 20.����� Fortalecer la protecci�n de los ni�os afectados por los conflictos armados y adoptar medidas eficaces para proteger a los ni�os que vivan bajo ocupaci�n extranjera.

���������� 21.����� Velar por que las cuestiones relacionadas con los derechos y la protecci�n de los ni�os se reflejen plenamente en los programas de los procesos de paz y en los acuerdos de paz subsiguientes y se incorporen en las operaciones de paz de las Naciones Unidas, y, en la medida de lo posible, hacer participar a los ni�os en estos procesos.

���������� 22.����� Poner fin al reclutamiento y la utilizaci�n de ni�os en los conflictos armados en contravenci�n del derecho internacional y velar por su desmovilizaci�n y desarme efectivos, y poner en pr�ctica medidas para lograr su rehabilitaci�n, su recuperaci�n f�sica y psicol�gica y su reinserci�n en la sociedad.

���������� 23.����� Poner fin a la impunidad, enjuiciar a los responsables de genocidio, cr�menes contra la humanidad y cr�menes de guerra, y excluir, siempre que sea posible, estos delitos de las disposiciones y leyes de amnist�a y velar por que cuando se establezcan mecanismos de defensa de la verdad y la justicia despu�s de los conflictos, se tengan debidamente en cuenta los abusos graves cometidos contra los ni�os o por ellos, y se establezcan procedimientos apropiados en que se tengan en cuenta las necesidades de los ni�os.

���������� 24.����� Tomar medidas concretas contra todas las formas de terrorismo, que provocan serios obst�culos al desarrollo y el bienestar de los ni�os.

���������� 25.����� Impartir capacitaci�n e instrucci�n adecuadas sobre los derechos y la protecci�n de los ni�os, as� como sobre el derecho internacional humanitario, a todo el personal civil, militar y de polic�a que participe en las operaciones de mantenimiento de la paz.

���������� 26.����� Reducir el tr�fico il�cito de armas peque�as y ligeras; proteger a los ni�os de las minas terrestres, los artefactos sin explotar y otro material b�lico que atenten contra su integridad f�sica; y proporcionar asistencia, antes y despu�s de los conflictos armados, a los ni�os que hayan sido v�ctimas de estas armas y artefactos.

���������� 27.����� Resolver que se fortalezca la cooperaci�n internacional, incluso compartiendo la carga que recae en los pa�ses que reciben refugiados y coordinando la asistencia humanitaria prestada a esos pa�ses, y ayudar a todos los refugiados y personas desplazadas, incluidos los ni�os y sus familias, a regresar voluntariamente a sus hogares en condiciones de seguridad y dignidad, y a reintegrarse sin tropiezos en sus respectivas sociedades.

���������� 28.����� Elaborar y aplicar pol�ticas y programas, con la cooperaci�n internacional necesaria, para la protecci�n, la atenci�n y el bienestar de los ni�os refugiados y los ni�os que solicitan asilo y para la prestaci�n de servicios sociales b�sicos, incluido el acceso a la educaci�n, adem�s de la asistencia de salud y los alimentos.

���������� 29.����� Conceder prioridad a los programas de encuentro y reunificaci�n de las familias y continuar supervisando los mecanismos de atenci�n a los refugiados y desplazados internamente no acompa�ados o separados.

���������� 30.����� Evaluar y seguir de cerca los efectos de las sanciones en los ni�os y tomar medidas urgentes y efectivas, de conformidad con el derecho internacional, a fin de mitigar los efectos negativos de las sanciones econ�micas en las mujeres y los ni�os.

���������� 31.����� Tomar todas las medidas necesarias para proteger a los ni�os de modo que no sean tomados como rehenes.

���������� 32.����� Elaborar estrategias espec�ficas para proteger a las ni�as afectadas por los conflictos armados y para tener en cuenta sus necesidades especiales y su particular vulnerabilidad.

 

��������������������������� Lucha contra el trabajo de los ni�os

 

���������� 33.����� Tomar inmediatamente medidas eficaces para lograr la prohibici�n y eliminaci�n con car�cter urgente de las peores formas de trabajo infantil. Adoptar las medidas necesarias para garantizar la rehabilitaci�n y reinserci�n social de los ni�os liberados de las peores formas de trabajo infantil mediante, entre otras cosas, el acceso a la ense�anza b�sica gratuita y, siempre que sea posible y apropiado, a la formaci�n profesional.

���������� 34.����� Tomar las medidas necesarias para ayudarse mutuamente en la eliminaci�n de las peores formas de trabajo infantil mejorando la cooperaci�n y/o la asistencia internacionales, incluso prestando apoyo al desarrollo social y econ�mico, a los programas de erradicaci�n de la pobreza y a la educaci�n universal.

���������� 35.����� Elaborar y aplicar estrategias para proteger a los ni�os de la explotaci�n econ�mica y de todo trabajo que pueda ser peligroso, obstaculizar su educaci�n o ser perjudicial para su salud, o para su desarrollo f�sico, mental, espiritual, moral o social.

���������� 36.����� En este contexto, proteger a los ni�os contra todas las formas de explotaci�n econ�mica recurriendo a las asociaciones nacionales y a la cooperaci�n internacional, y mejorar las condiciones en que viven los ni�os, en particular proporcionando a los ni�os que trabajan una educaci�n b�sica gratuita y formaci�n profesional e integr�ndolos de todas las formas posibles en el sistema de educaci�n, y alentar el apoyo a las pol�ticas sociales y econ�micas encaminadas a erradicar la pobreza y a proporcionar a las familias, particularmente a las mujeres, oportunidades de empleo y de obtenci�n de ingresos.

���������� 37.����� Promover la cooperaci�n internacional para prestar asistencia a los pa�ses en desarrollo que lo soliciten, a hacer frente al trabajo infantil y a sus causas b�sicas, entre otras cosas, mediante pol�ticas sociales y econ�micas encaminadas a erradicar la pobreza y, a la vez, subrayando que las normas laborales no deben utilizarse con fines de proteccionismo comercial.

���������� 38.����� Mejorar la reuni�n y an�lisis de datos sobre el trabajo de los ni�os.

���������� 39.����� Incorporar medidas relacionadas con el trabajo infantil en las actividades nacionales de reducci�n de la pobreza y de desarrollo, especialmente en las pol�ticas y los programas relacionados con la salud, la educaci�n, el empleo y la protecci�n social.

 

��������������������������� Eliminaci�n de la trata y la explotaci�n sexual de los ni�os

 

���������� 40.����� Tomar medidas con car�cter de urgencia, en los planos nacional e internacional, para poner fin a la venta de ni�os y de sus �rganos, impedir que se les haga objeto de explotaci�n y abusos sexuales, incluida su utilizaci�n con fines pornogr�ficos, de prostituci�n y pedofilia, y luchar contra los mercados existentes en esa esfera.

���������� 41.����� Crear conciencia de la ilegalidad y las consecuencias nocivas de la explotaci�n y el abuso sexuales, incluso por conducto de la Internet, y de la trata de ni�os.

���������� 42.����� Recabar el apoyo del sector privado, incluido el sector del turismo, y de los medios de comunicaci�n para llevar a cabo una campa�a contra la explotaci�n sexual y la trata de ni�os.

���������� 43.����� Determinar y combatir las causas subyacentes y los factores fundamentales, incluidos los factores externos, que llevan a la explotaci�n sexual y la trata de ni�os. Aplicar estrategias de prevenci�n contra la explotaci�n sexual y la trata de ni�os.

���������� 44.����� Garantizar la seguridad y la protecci�n de las v�ctimas de la trata de ni�os y de la explotaci�n sexual y prestarles asistencia y servicios para facilitar su rehabilitaci�n y reintegraci�n social.

���������� 45.����� Tomar las medidas necesarias, a todos los niveles, seg�n proceda, para tipificar como delito y sancionar efectivamente, de conformidad con todos los instrumentos internacionales pertinentes y aplicables, todas las formas de explotaci�n sexual y abuso sexual de los ni�os, incluso en la familia o para fines comerciales, la prostituci�n infantil, la pedofilia, la pornograf�a infantil, el turismo sexual con participaci�n de ni�os, la trata, la venta de ni�os y de sus �rganos y la utilizaci�n de ni�os en trabajo forzoso y cualquier otra forma de explotaci�n, al tiempo que se vela por que, en el tratamiento por el sistema de justicia penal de los ni�os que son v�ctimas, la consideraci�n primordial sea el inter�s supremo del ni�o.

���������� 46.����� Vigilar la trata transfronteriza de ni�os e intercambiar informaci�n sobre ella a nivel regional e internacional; fortalecer la capacidad de las autoridades policiales y de vigilancia fronteriza para detener la trata e impartir cursos de formaci�n, a dichas autoridades o reforzar los ya existentes, para que respeten la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos aquellos que son v�ctimas de la trata, especialmente las mujeres y los ni�os.

���������� 47.����� Tomar las medidas necesarias, sin olvidar una mayor cooperaci�n entre los gobiernos, las organizaciones intergubernamentales, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales, para combatir la utilizaci�n il�cita de las tecnolog�as de la informaci�n, incluida la Internet, a los fines de la venta de ni�os, la prostituci�n infantil, la pornograf�a infantil, el turismo sexual con participaci�n de ni�os, la pedofilia y otras formas de violencia contra los ni�os y los adolescentes.

 

��������������������������� 4.������ Lucha contra el VIH/SIDA

 

45.         La pandemia del VIH/SIDA est� teniendo un efecto devastador en los ni�os y en quienes los atienden. Ello incluye a 13 millones de ni�os que han quedado hu�rfanos a resultas del SIDA, los casi 600.000 ni�os que se infectan todos los a�os debido a la transmisi�n de madre a hijo y los millones de j�venes seropositivos, que viven con el estigma del VIH, pero que no tienen acceso a asesoramiento, atenci�n y apoyo adecuados.

46.         A fin de luchar contra las consecuencias devastadoras del VIH/SIDA en los ni�os, hemos resuelto adoptar medidas urgentes y en�rgicas al respecto, seg�n se convino en el per�odo extraordinario de sesiones de la Asamblea General sobre el VIH/SIDA, y hacer particular hincapi� en las metas y los compromisos convenidos siguientes:

���������� a)������ Para 2003, establecer metas nacionales con un calendario preciso a fin de lograr el objetivo de prevenci�n mundial convenido internacionalmente de reducir la prevalencia del VIH entre los j�venes de uno y otro sexo de 15 a 24 a�os de edad en un 25% para 2005, en los pa�ses m�s afectados, y en un 25%, en todo el mundo, para 2010, y redoblar los esfuerzos por alcanzar esas metas y luchar contra los estereotipos de g�nero y las actitudes conexas, as� como contra las desigualdades de g�nero en relaci�n con el VIH/SIDA, fomentando la participaci�n activa de hombres y muchachos en esos esfuerzos;

���������� b)������ Para 2005, reducir la proporci�n de lactantes infectados con VIH en un 20%, y para 2010 en un 50%, para lo cual habr� que velar por que el 80% de las mujeres embarazadas con acceso a atenci�n antes del parto reciban informaci�n, asesoramiento y otros servicios de prevenci�n del VIH disponibles para ellas, aumentar la disponibilidad, para las mujeres y los reci�n nacidos infectados de VIH, de tratamientos eficaces para reducir la transmisi�n de VIH de madre a hijo y suministrarles acceso a ellos, as� como llevar a cabo intervenciones efectivas en bien de las mujeres infectadas de VIH, en particular de asesoramiento y de ensayos cl�nicos voluntarios y confidenciales, acceso a tratamientos, especialmente a terapia antirretroviral y, si corresponde, a sustitutos de la leche materna y la prestaci�n de una amplia gama de servicios;

���������� c)������ Para 2003, elaborar, y para 2005, ejecutar, pol�ticas y estrategias nacionales encaminadas a: consolidar y reforzar la capacidad de los gobiernos, la familia y la comunidad de crear entornos que presten apoyo a los hu�rfanos y ni�os y ni�as infectados de VIH/SIDA o afectados por esa enfermedad, incluso prest�ndoles un asesoramiento y un apoyo psicosocial adecuados; velar por su matriculaci�n en las escuelas y por que tengan acceso a vivienda, buena nutrici�n y servicios de salud y sociales en igualdad de condiciones con otros ni�os; y proteger a los hu�rfanos y a los ni�os vulnerables de todas las formas de maltrato, violencia, explotaci�n, discriminaci�n, trata y p�rdida de bienes sucesorios.

47.         Para lograr esas metas, aplicaremos las estrategias y medidas siguientes:

���������� 1.������� Para 2003, velar por la elaboraci�n y ejecuci�n de estrategias y planes de financiaci�n multisectoriales y nacionales para luchar contra el VIH/SIDA que: encaren la epidemia de manera franca; confronten el estigma, el silencio y la negativa; encaren las dimensiones de g�nero y edad de la epidemia; eliminen la discriminaci�n y la marginaci�n; entra�en asociaciones de colaboraci�n con la sociedad civil y el sector comercial y la plena participaci�n de las personas afectadas de VIH/SIDA, las que pertenecen a los grupos m�s vulnerables y las personas que corren m�s riesgo, en particular las mujeres y los j�venes; se financien, en la medida de lo posible, con cargo a los presupuestos nacionales, sin excluir otras fuentes, entre ellas la cooperaci�n internacional; promuevan y protejan plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho a los m�s altos niveles posibles de salud f�sica y mental; incorporen una perspectiva de g�nero; y tengan en cuenta los riesgos, la vulnerabilidad, la prevenci�n, la atenci�n, el tratamiento y la prestaci�n de apoyo, as� como la reducci�n de los efectos de la epidemia; y aumenten la capacidad de los servicios de salud y educaci�n, y de los reg�menes jur�dicos;

���������� 2.������� Para 2005, lograr que por lo menos el 90% y, para 2010, que por lo menos el 95% de los hombres y mujeres de 15 a 24 a�os de edad tengan acceso a informaci�n, educaci�n �incluida la educaci�n entre compa�eros y la educaci�n sobre el VIH dirigida concretamente a la juventud�, y a los servicios necesarios para fomentar los conocimientos vitales necesarios para reducir su vulnerabilidad a la infecci�n de VIH; en plena colaboraci�n con los j�venes, los padres, las familias, los educadores y los encargados de prestar servicios de salud;

���������� 3.������� Para 2005, desarrollar y avanzar considerablemente en la aplicaci�n de estrategias generales de atenci�n de la salud para: fortalecer los cuidados de salud basados en la familia y la comunidad, incluidos los que presta el sector no oficial, y los sistemas de atenci�n m�dica para que proporcionen tratamiento a personas infectadas con el VIH/SIDA, incluidos los ni�os, y vigilen dicho tratamiento, y para que apoyen a las personas, los hogares, las familias y las comunidades afectadas por el VIH/SIDA; mejorar la capacidad y las condiciones de trabajo del personal de atenci�n de la salud y la eficacia de los sistemas de suministros, los planes de financiaci�n y los mecanismos de derivaci�n de pacientes necesarios para poner al alcance de todos los medicamentos correspondientes, incluidos los medicamentos antirretrovirales, diagn�sticos y tecnolog�as conexas, as� como cuidados m�dicos, paliativos y cuidados psicosociales de calidad;

���������� 4.������� Para 2005, aplicar medidas para aumentar la capacidad de las mujeres y las adolescentes de protegerse del riesgo de contraer el VIH, principalmente mediante la prestaci�n de servicios de atenci�n de la salud, incluso de higiene sexual y salud reproductiva, y mediante una educaci�n preventiva que promueva la igualdad entre los g�neros en un marco de respeto de las diferencias culturales y de g�nero;

���������� 5.������� Para 2003, elaborar y/o consolidar estrategias, pol�ticas y programas en que se reconozca la importancia de la familia para reducir la vulnerabilidad, entre otras cosas, mediante la educaci�n y la orientaci�n de los ni�os, en que se tengan en cuenta los factores culturales, religiosos y �ticos, a fin de reducir la vulnerabilidad de los ni�os y los j�venes tomando medidas para: garantizar el acceso de ni�as y ni�os a la educaci�n primaria y secundaria, en que el VIH/SIDA sea una asignatura de los planes de estudio de los adolescentes; garantizar entornos seguros y protegidos, especialmente para las ni�as; ampliar los servicios de buena calidad en materia de informaci�n, educaci�n sobre la salud sexual y asesoramiento orientados a las necesidades de los j�venes; fortalecer los programas de higiene sexual y salud reproductiva; y estimular la participaci�n de las familias y los j�venes, en la medida de lo posible, en la planificaci�n, ejecuci�n y evaluaci�n de los programas de atenci�n m�dica y prevenci�n del VIH/SIDA;

���������� 6.������� Para 2003, elaborar y empezar a aplicar estrategias nacionales que incorporen elementos de toma de conciencia, prevenci�n, atenci�n m�dica y tratamiento del VIH/SIDA en programas o medidas de respuesta a situaciones de emergencia, reconociendo que las poblaciones desestabilizadas por los conflictos armados, las emergencias humanitarias y los desastres naturales, incluidos los refugiados, los desplazados internos y en especial las mujeres y los ni�os, tienen un mayor riesgo de ser infectados por el VIH, e incorporar componentes relacionados con el VIH/SIDA, seg�n proceda, en los programas de asistencia internacional;

���������� 7.������� Asegurar la no discriminaci�n y el disfrute pleno, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos mediante el fomento de una pol�tica activa y visible para terminar con el estigma que sufren las ni�as y los ni�os hu�rfanos y en situaci�n vulnerable a causa del VIH/SIDA;

���������� 8.������� Exhortar a la comunidad internacional a que apoye y complemente los esfuerzos de los pa�ses en desarrollo que asignan un mayor volumen de fondos nacionales para luchar contra la epidemia del VIH/SIDA incrementando la asistencia internacional para el desarrollo, especialmente a los pa�ses m�s afectados por el VIH/SIDA, en particular en �frica y en especial en el �frica al sur del S�hara, el Caribe, los pa�ses en que hay un alto riesgo de propagaci�n de la epidemia del VIH/SIDA y otras regiones afectadas cuyos recursos para hacer frente a la epidemia son sumamente reducidos.

 

��������������������������� C.������ Movilizaci�n de recursos

 

48.         La promoci�n de una vida sana, incluida una buena nutrici�n, y el control de las enfermedades infecciosas, una educaci�n de buena calidad, la protecci�n de los ni�os contra los maltratos, la explotaci�n, la violencia y los conflictos armados, y la lucha contra el VIH/SIDA son objetivos que se pueden lograr y que est�n claramente al alcance de la comunidad mundial.

49.         La responsabilidad principal de aplicar el presente Plan de Acci�n y asegurar el establecimiento de un entorno favorable para garantizar el bienestar de los ni�os, en que los derechos de todos los ni�os y de cada uno de ellos se promuevan y respeten, corresponde a cada pa�s, reconociendo que para este prop�sito se necesitan nuevos recursos nacionales e internacionales.

50.         Las inversiones que se hacen en los ni�os son sumamente productivas si se pueden sostener a mediano y largo plazo. Estas inversiones sientan las bases de una sociedad justa, una econom�a firme y un mundo sin pobreza.

51.         La aplicaci�n del presente Plan de Acci�n har� necesario asignar importantes recursos humanos, financieros y materiales adicionales, tanto en el plano nacional como en el internacional, en un entorno internacional propicio y en el marco de una mayor cooperaci�n internacional, incluidas la cooperaci�n Norte-Sur y la cooperaci�n Sur-Sur, que contribuyan al desarrollo econ�mico y social.

52.         Por consiguiente, resolvemos, entre otras cosas, alcanzar los siguientes objetivos de �mbito mundial para movilizar recursos en favor de los ni�os:

���������� a)������ Expresar nuestro reconocimiento a los pa�ses desarrollados que, tras haber convenido en ello, han alcanzado la meta de destinar el 0,7% de su producto nacional bruto a la asistencia oficial para el desarrollo en general, e instar a los pa�ses desarrollados que todav�a no lo hayan hecho a que procuren cumplir cuanto antes la meta, convenida en el plano internacional, y a�n no realizada, de destinar el 0,7% de su producto nacional bruto a la asistencia oficial para el desarrollo en general. Nos comprometemos a no escatimar esfuerzos para contrarrestar la tendencia a la baja de la asistencia oficial para el desarrollo y a alcanzar cuanto antes el objetivo de destinar del 0,15% al 0,20% del producto nacional bruto a la prestaci�n de asistencia oficial para el desarrollo a los pa�ses menos adelantados, conforme a lo convenido y teniendo en cuenta la gravedad de las necesidades especiales de los ni�os;

���������� b)������ Llevar a la pr�ctica sin m�s demora la iniciativa ampliada en favor de los pa�ses pobres muy endeudados y convenir en cancelar a la brevedad posible toda la deuda oficial bilateral de esos pa�ses, especialmente los m�s afectados por el VIH/SIDA, a cambio de que �stos contraigan compromisos demostrables de erradicar la pobreza, e instar a que las econom�as resultantes de la reducci�n del servicio de la deuda se utilicen para financiar programas de erradicaci�n de la pobreza, en particular en relaci�n con los ni�os;

���������� c)������ Instar a la adopci�n r�pida y concertada de medidas para resolver efectivamente los problemas de la deuda de los pa�ses menos adelantados, los pa�ses en desarrollo de bajos ingresos y los pa�ses en desarrollo de medianos ingresos, de forma amplia, equitativa, orientada hacia el desarrollo y duradera, por conducto de diversas medidas nacionales e internacionales destinadas a que esos pa�ses puedan hacer frente a su deuda a largo plazo, medidas que han de incluir, cuando proceda, los mecanismos apropiados existentes para la reducci�n de la deuda, como canjes de deuda por proyectos encaminados a satisfacer las necesidades de los ni�os;

���������� d)������ Aumentar y mejorar el acceso de los productos y servicios de los pa�ses en desarrollo a los mercados internacionales mediante, entre otras cosas, la reducci�n negociada de las barreras arancelarias y la eliminaci�n de las barreras no arancelarias, que dificultan injustificadamente el comercio de los pa�ses en desarrollo, de conformidad con el sistema comercial multilateral;

���������� e)������ Considerando que el aumento del comercio es fundamental para el crecimiento y el desarrollo de los pa�ses menos adelantados, proponerse mejorar el acceso preferencial de esos pa�ses a los mercados esforz�ndose por alcanzar el objetivo de un acceso sin tasas ni cupos arancelarios para todos los productos de los pa�ses menos adelantados en los mercados de los pa�ses desarrollados;

���������� f)������� Movilizar nuevos recursos sustanciales para el desarrollo social, tanto en el plano nacional como en el internacional, a fin de reducir las disparidades entre los pa�ses y dentro de cada uno de ellos, y asegurar la utilizaci�n eficaz y racional de los recursos existentes. Adem�s, asegurar, en la mayor medida de lo posible, que los gastos sociales en favor de los ni�os est�n protegidos y gocen de prioridad durante las crisis financieras y econ�micas a corto y largo plazo;

���������� g)������ Estudiar nuevas formas de obtener recursos financieros p�blicos y privados, entre otras, mediante la reducci�n de los gastos militares excesivos, el comercio de armamentos y la producci�n y la adquisici�n de armas, incluidos los gastos militares mundiales, teniendo en cuenta las necesidades de la seguridad nacional;

���������� h)������ Alentar a los pa�ses donantes y receptores a que, sobre la base de acuerdos y compromisos rec�procos, apliquen plenamente la Iniciativa 20/20, de conformidad con los documentos de Oslo y Hanoi, a fin de asegurar el acceso universal a los servicios sociales b�sicos.

53.         Prestaremos una atenci�n prioritaria a satisfacer las necesidades de los ni�os m�s vulnerables del mundo que viven en pa�ses en desarrollo, en particular en los pa�ses menos adelantados y los pa�ses del �frica al sur del S�hara.

54.         Tambi�n prestaremos especial atenci�n a las necesidades de los ni�os de los peque�os Estados insulares en desarrollo, los pa�ses en desarrollo sin litoral y de tr�nsito, otros pa�ses en desarrollo y los pa�ses de econom�a en transici�n.

55.         Promoveremos la cooperaci�n t�cnica entre los pa�ses a fin de que �stos puedan compartir sus experiencias positivas y sus estrategias en la ejecuci�n del presente Plan de Acci�n.

56.         El cumplimiento de nuestros objetivos y aspiraciones en favor de los ni�os merece establecer nuevas asociaciones con la sociedad civil, inclusive las organizaciones no gubernamentales y el sector privado, as� como acuerdos innovadores para movilizar recursos adicionales, tanto privados como p�blicos.

57.         Teniendo presente que las empresas deben atenerse a las leyes nacionales, alentar la responsabilidad social de las empresas de manera que contribuyan a los objetivos del desarrollo social y al bienestar de los ni�os, entre otras cosas:

���������� 1.������� Promoviendo una mayor conciencia empresarial de la relaci�n entre el desarrollo social y el crecimiento econ�mico;

���������� 2.������� Estableciendo un marco justo y estable de pol�ticas jur�dicas, econ�micas y sociales que apoye y estimule las iniciativas del sector privado encaminadas al logro de esos objetivos;

���������� 3.������� Alentando las asociaciones de colaboraci�n con las empresas, los sindicatos y la sociedad civil, en el plano nacional en apoyo de los objetivos del Plan de Acci�n.

Instamos al sector privado a que eval�e las consecuencias de sus pol�ticas y pr�cticas en los ni�os, y a que pongan los beneficios de sus actividades de investigaci�n y desarrollo en las ciencias, la tecnolog�a m�dica, la salud, la fortificaci�n de alimentos, la protecci�n del medio ambiente, la educaci�n y las comunicaciones al alcance de todos los ni�os, en particular de los m�s necesitados.

58.         Resolvemos velar por una mayor coherencia en materia de pol�ticas y una mayor cooperaci�n entre las Naciones Unidas, sus organismos y las instituciones de Bretton Woods, as� como de otros organismos multilaterales y la sociedad civil, a fin de alcanzar los objetivos del presente Plan de Acci�n.

 

��������������������������� D.������ Medidas complementarias y evaluaci�n

 

59.         Con miras a facilitar la ejecuci�n de las actividades previstas en el pre�sente documento, formularemos o reforzaremos, con car�cter urgente, de ser posible para fines de 2003, planes de acci�n nacionales y, si procede, regionales, con un calendario concreto de objetivos y metas mensurables que se basen en el presente Plan de Acci�n, teniendo en cuenta los intereses superiores del ni�o, en consonancia con las legislaciones nacionales, los valores religiosos y �ticos y los antecedentes culturales de su pueblo, y de conformidad con los derechos humanos y las libertades fundamentales.

���������� Por consiguiente, fortaleceremos nuestra planificaci�n nacional y velaremos por que se cuente con la coordinaci�n, los medios de ejecuci�n y los recursos necesarios. Integraremos los objetivos de este Plan de Acci�n en nuestras pol�ticas gubernamentales nacionales, as� como en los programas nacionales y subnacionales de desarrollo, las estrategias de erradicaci�n de la pobreza, los enfoques multisectoriales y otros planes de desarrollo pertinentes, en cooperaci�n con los agentes adecuados de la sociedad civil, incluyendo las organizaciones no gubernamentales que trabajan para los ni�os y con los ni�os, as� como en cooperaci�n con los ni�os de acuerdo con su edad y su madurez, y con sus familias.

60.         Seguiremos de cerca peri�dicamente en el plano nacional y, si procede, en el plano regional, los objetivos y metas que figuran en el presente Plan de Acci�n, y los evaluaremos en los planos nacional, regional y mundial. En consecuencia, aumentaremos nuestra capacidad estad�stica a nivel nacional para reunir, analizar y desglosar los datos, por ejemplo, por sexo, edad y otros factores pertinentes que puedan ocasionar disparidades y apoyaremos una amplia gama de investigaciones centradas en los ni�os. Incrementaremos la cooperaci�n internacional para apoyar los esfuerzos por aumentar la capacidad estad�stica y mejorar la capacidad de supervisi�n, evaluaci�n y planificaci�n de las comunidades.

61.         Realizaremos ex�menes peri�dicos en los planos nacional y subnacional de los progresos alcanzados a fin de hacer frente a los obst�culos y acelerar los avances de forma m�s eficaz. En el plano regional, esos ex�menes se utilizar�n para intercambiar informaci�n sobre pr�cticas �ptimas, reforzar las asociaciones de colaboraci�n y acelerar los progresos. En consecuencia:

���������� a)������ Alentamos a los Estados Partes en la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o a que, en los informes que presenten al Comit� de los Derechos del Ni�o, consideren la posibilidad de incluir informaci�n sobre las medidas adoptadas y los resultados obtenidos en la aplicaci�n del presente Plan de Acci�n;

���������� b)������ En su calidad de principal organismo mundial en favor de la infancia, se pide al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia que siga preparando y difundiendo, en estrecha colaboraci�n con los gobiernos, los fondos, programas y organismos especializados competentes del sistema de las Naciones Unidas, y todos los dem�s agentes pertinentes, seg�n proceda, informaci�n sobre los avances logrados en la aplicaci�n de la presente Declaraci�n y el Plan de Acci�n. Se pide a los �rganos rectores de los organismos especializados competentes que velen por que, en el marco de sus mandatos, dichos organismos presten el apoyo m�s completo posible al logro de los objetivos esbozados en el presente Plan de Acci�n y que mantengan plenamente informada a la Asamblea General de las Naciones Unidas, por conducto del Consejo Econ�mico y Social, acerca de los progresos realizados hasta el momento y de las medidas adicionales que sean necesarias durante el pr�ximo decenio, utilizando los marcos y procedimientos existentes para la presentaci�n de informes;

���������� c)������ Pedimos al Secretario General que presente informes peri�dicos a la Asamblea General sobre los progresos alcanzados en la aplicaci�n del presente Plan de Acci�n.

62.         Por la presente nos comprometemos una vez m�s a no escatimar esfuerzo alguno para continuar creando un mundo apropiado para los ni�os, bas�ndonos en los adelantos alcanzados en el �ltimo decenio y gui�ndonos por los principios de los ni�os ante todo. En forma solidaria con una amplia variedad de asociados, dirigiremos un movimiento mundial en favor de los ni�os que produzca un impulso de cambio imposible de detener. Nos comprometemos solemnemente en ese sentido, seguros de saber que, al otorgar gran prioridad a los derechos del ni�o, a su supervivencia y a su protecci�n y desarrollo, velamos por los m�s altos intereses de toda la humanidad y garantizamos el bienestar de todos los ni�os en todas las sociedades.

����������� Notas

��������� 1 A/S-27/3.

��������� 2 Resoluci�n 55/2 de la Asamblea General.

��������� 3 Resoluci�n 44/25 de la Asamblea General, anexo.

��������� 4 A/45/625, anexo.

02-38653 (S)��� 310502��� 310502

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